Un reencuentro y muchas urgencias
Paco Herrera vuelve al Gran Canaria entre prisas y necesidades. A la UD solo le vale la victoria tras el tropiezo sufrido en Cádiz y, para ello, el técnico agitará el once en busca de un giro de timón. Se acabaron las excusas, toca sumar los tres puntos.
Llega el último salvador al recinto donde se coronó el 21 de junio de 2015 y lo hace con las mismas urgencias que por aquel entonces. Ese fue el último encuentro que el técnico catalán dirigió a Las Palmas en la categoría de plata. Las urgencias eran máximas. No vale otra cosa que no sea la victoria. Las prisas aprietan y los de arriba no tienen pensado levantar el pie del acelerador. La UD no puede permitirse otro tropiezo y se aferra a la épica del Gran Canaria para dejar los tres puntos en la isla. El enfrentamiento ante el Oviedo debe suponer un antes y un después en la temporada amarilla.
Y es que son ya nueve jornadas en las que la Unión Deportiva tan solo sabe lo que es vencer en una ocasión. El escenario fue el mismo. Por aquel entonces se goleó al Numancia (3-0). Hace demasiado tiempo que la hinchada grancanaria no sonríe y, cuando la soga aprieta el cuello, se antoja capital alzarse con la victoria. Llega un Oviedo que iguala a puntos (22) a Las Palmas en la tabla clasificatoria y que, con dos encuentros consecutivos sumando de tres, amenaza con alargar la mala racha de la escuadra amarilla.
Para ello Paco Herrera prepara una pequeña revolución de inicio. No lo hizo el primer día para no trastocar mucho el equipo. Optó por seguir los pasos de Manolo Jiménez en el once titular y la jugada no le pudo salir peor. Si se quieren obtener resultados diferentes, hay que cambiar algo, pensará el ex del Aris Salónica, porque ayer en la previa avisó que agitaría su ejército. Y todo hace indicar que romperá el tridente ofensivo. Con Araujo y Rubén como fijos por galones, parece que a Mir le va a tocar esperar su oportunidad en la segunda mitad.
Con todo, la portería parece que tiene seguro. Raúl Fernández, que ha ido de más a menos en lo que va de campaña, tratará de poner el candado en su arco para dejar la meta imbatida. Ahí será donde crezcan las opciones de dejar los tres puntos en Gran Canaria. La línea de cuatro se verá afectada por la baja de Álvaro Lemos, que está sancionado por acumulación de cartulinas amarillas. Así pues, Diego Parras tiene todas las papeletas para ocupar la vacante del gallego y debutar, por fin, en Segunda División. El canterano está preparado y espera tener su oportunidad ante el Oviedo. Por la izquierda podría entrar Dani Castellano en detrimento de un De la Bella que encadena varios encuentros con errores a sus espaldas. La pareja de centrales apunta a que será la que más sonrisas ha sacado hasta el momento. David García, ya recuperado, escoltará a Juan Cala, que vuelve tras perderse el duelo ante el Cádiz. La sala de máquinas es una incógnita. El rendimiento de Timor no acaba de convencer y Herrera podría cambiar también el volante. El valenciano y Javi Castellano pugnan por una plaza, mientras que Maikel Mesa parece que tiene puesto asegurado. En los costados, Tana por un lado, tirando diagonales como acostumbra, y Fidel Chaves por el otro. Arriba y como hombres más adelantados, dos pistoleros: Rubén Castro y Sergio Araujo.
Enfrente, un Real Oviedo que viene con confianza pero plagado de bajas importantes. La lesión de Joselu se suma a las de Carlos Hernández, Forlín y Berjón. Cuatro jugadores titulares que no estarán en el Gran Canaria y que, sin duda, traerán de cabeza a Anquela que, por otra parte, recupera a Tejera tras cumplir sanción.
Cabe destacar que las bajas obligaron al técnico a emplear una defensa de cinco ante el Reus, con tres centrales zurdos -Christian, Alanís y Javi Hernández- con Johannesson y Mossa en los carriles, dibujo que podría volver a emplear, dando entrada al veterano Toché por Joselu como única novedad y dejando a Bárcenas en el puesto de un viejo conocido para la hinchada grancanaria como Saúl Berjón.
El tiempo aprieta y la Unión Deportiva sabe que no le queda margen de maniobra. Herrera buscará un golpe de timón y, cómo no, de moral. Ahora es turno para que los futbolistas den un paso al frente. No valen excusas. Si se quiere ascender, llegó el momento de demostrarlo. Es el todo o la nada. Que ruede el esférico y rompa el sudor...