El vigente campeón de la Europa League cuenta todos sus partidos oficiales de este curso por derrotas. A la final perdida de la Supercopa de Europa ante el Mánchester City, decidiendo los penaltis tras el 1-1 final, une una trayectoria errática a más no poder en LaLiga EA Sports, en la que arrancó cayendo en casa ante el Valencia (1-2), continuó estrellándose en Mendizorroza frente al Alavés (4-3) y añadió un nuevo borrón como local, esta vez con el Girona (1-2).
Ocho goles en contra evidencian su fragilidad defensiva, agudizada con la marcha del meta Bono y que se pretende corregir con el golpe de efecto que ha supuesto el retorno de Sergio Ramos, que se une a los otros fichajes hechos a última hora para tapar costuras, como el centrocampista Soumaré o los delanteros Mariano y Lukebakio. Ramos y el resto de los mencionados estarán en condiciones de jugar, lo que da un salto de calidad al bloque hispalense, ya de por sí cualificado con individualidades de primer nivel como Rakitic, Navas, Ocampos o En-Nesyri, entre otras. No hay que olvidar que, pese a su bache coyuntural, es un equipo que juega la Champions League, lo que dimensiona su potencial y objetivos.
Tiempo ganado
En mitad de la crisis, la suspensión, por alerta meteorológica, de la jornada pasada, en la que debía rendir visita al Atlético de Madrid, ha permitido ganar tiempo en el deseo de recomposición. Se especulaba que un traspié en el Metropolitano podría haber implicado el despido fulminante de Mendilibar por lo que, aunque fuese de manera imprevista por este aplazamiento, el técnico vasco ha dispuesto de un margen extra sabiendo, eso sí, que no hay opción a más deslices. En otras palabras, que el choque ante la UD lo encara sin red y obligado a ganarlo bajo amenaza de que su continuidad salte por los aires.
Ese escenario extremista aguarda a una UD que tampoco está para regalar nada: ocupa puesto de descenso, solo lleva un gol, y de penalti, en cuatro encuentros, lo que supone su peor inicio liguero en Primera en este apartado de toda su historia, y, aunque está elevando su rendimiento y prestaciones, de momento no le ha alcanzado para ganar. Pimienta y sus muchachos no están ante la encrucijada de un Sevilla al que solo le vale ganar, pero son conscientes de los efectos negativos que podría tener un nuevo resultado adverso. En otras circunstancias, ir al Sánchez Pizjuán tendría mucho que ganar y poco de perder. Pero, en las actuales, para nada es así.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.