En los planes para Cartagonova, plaza en la que solo vale ganar para que la UD encare la última jornada del campeonato dependiendo de sí misma para ascender directamente, García Pimienta medita repetir el mismo once que el domingo empató contra el Villarreal B. Recuperado Viera de sus molestias físicas y con tiempo suficiente para el resto en el objetivo de adquirir frescura física, el técnico podría confiar, de inicio, en idénticas piezas frente al Cartagena. Y eso, lo de dar continuidad a un bloque, sin cambio alguno, no se da en esta temporada desde octubre, cuando en la jornada 7ª y 8ª, 2-0 al Granada y 3-3 en el feudo del Mirandés, se calcó la configuración titular.
Así, y si no hay cambio de planes, Valles estaría bajo palos, Lemos y Cardona en los carriles derecho e izquierdo respectivamente, con Álex Suárez y Coco en el centro de la zaga, doble pivote para Loiodice y Kirian, interiores con Moleiro y Pejiño, Viera de enganche y Sandro como delantero.
El rendimiento de la UD en la primera mitad con el filial del Villarreal fue notable y únicamente la mala suerte, con dos postes como ejemplos más relevantes, evitó que el partido quedara sentenciado tras el gol de Sandro. Posesión, llegadas y control marcaron la fase inicial del choque, aunque luego decayó el rendimiento colectivo y bajaron las prestaciones. Sin embargo, el cuerpo técnico valora esta puesta en escena hasta el punto de considerar que, de reproducirse el sábado, subirán las posibilidades de imponerse al Cartagena.
La gran duda estribaba en un Viera que admitió estar lejos de su mejor estado físico, aunque el capitán es innegociable y a lo largo de la semana ha podido ir cogiendo el ritmo que necesita para mantener su rol en el grupo. Loiodice y Kirian mezclaron bien, Pejiño y Moleiro dieron amplitud y verticalidad y Sandro vio puerta.
Y en defensa no se anuncian, tampoco, relevos, salvo que con el paso de los días el entrenador estime lo contrario, que parece poco probable.
La profundidad de la plantilla, siempre garante de soluciones ante cualquier imprevisto o necesidad de ofrecer revulsivos, ha permitido a Pimienta tener un núcleo estable de jugadores más utilizados sin renunciar, fundamentalmente en el frente ofensivo, a salpicar con alguna novedad su pizarra.
Ahora, con todo lo que hay en juego, ni más ni menos que un billete a Primera División, y sin margen de error si se quiere ejecutar ese sueño que es el de toda Gran Canaria, la vía de la continuidad, basada en la meritocracia, gana peso hasta el punto de ser la elegida para la ocasión.
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