La UD se presentaba en un estadio de Gran Canaria hasta la bandera con la necesidad imperiosa de ganar para depender de sí mismo en las dos últimas jornadas. El equipo de Pimienta que salió con la novedad de Viera en el once, no lo consiguió a pesar del gol tempranero de Sandro en la primera mitad. El Villarreal B mostró su arsenal ofensivo en la segunda mitad e igualó la contienda gracias a la diana de Mbacke.
Los primeros compases del choque fueron de dominio amarillo. La UD mostraba lo que iba a ser la tónica durante todo el partido, control de balón y búsqueda de espacios mediante pases filtrados. La presión tras pérdida de los insulares era asfixiante. Al tiempo que el Villarreal B se acercaba a área contraria. Sin embargo, los acercamientos de la cantera grogueta no ponía en aprietos a la defensa grancanaria, que sostenía a su delantera. La primera ocasión para la UD llegaría en el minuto 8 con un latigazo de Pejiño desde fuera del área que se estrellaría en el palo, tras una buena internada de Lemos y un magnífico pase del mago de La Feria, Jonathan Viera. La UD asustaba a los jóvenes pupilos de Miguel Álvarez.
Los jugadores de Pimienta sabían lo mucho que se jugaban y pusieron el ahínco necesario para hacer daño al Villarreal B aprovechando sus puntos frágiles. Se llegaba al cuarto de hora con otro disparo de Pejiño que, esta vez con su pierna mala, se saca un derechazo y el chut rebota en el palo. Eran minutos de asedio amarillo, pero sin materializar. Sabía la UD lo que quería. Con el control absoluto de juego, los visitantes no la olían. Sin embargo, en el minuto 20 Fer Niño empujaría un balón a la red y haría del recinto de Siete Palmas un cementerio. Por suerte, fue anulado por fuera de juego. Aviso en forma de órdago. El gol de la UD llegaría en el minuto 27 gracias a un misil de Sandro Ramírez tras ligero toque de Lemos.
Se vivía un monólogo de la UD en el Gran Canaria. En el minuto 40, la perla tinerfeña Alberto Moleiro probaría desde larga distancia con un disparo cruzado pero se iría desviado. Acto seguido, el Villarreal B mandaría un balón a la madera, por mediación del lateral Leal de cabeza. Los visitantes se acercaban al arco de Valles con asiduidad en los últimos instantes de la primera mitad. Antes del descanso, llegaría otro aviso del filial groguet para exigir al máximo a Álvaro Valles que envió el esférico a córner tras detener un mano a mano frente a Tasende. La UD mandaba al intermedio con 1-0 en el luminoso. Pero con un cudro visitante que fue de menos a más.
No debería descuidarse el equipo amarillo ni un ápice en los restantes minutos debería de dar el do de pecho para aumentar la renta. Lo cierto es que los jugadores amarillos hacían lucir su versatilidad, adaptándose a lo que pedía el encuentro, metiéndole pausa al juego o corriendo al contragolpe. El cuadro de Miguel Álvarez comenzaría la segunda mitad con más energía y generando muchas acciones de peligro. Salió más enchufado el submarino amarillo dificultando la salida de balón de la UD y acercándose con peligro a la meta de un Valles muy seguro. Pimienta agitaba el banquillo para dar aire fresco al equipo, salen Sandro y Viera, entran Marc Cardona y Fabio.
Despertó la UD en el minuto 68 tras un buen disparo de Pejiño, quien saldría ovacionado del campo para dar lugar a Marvin. El Villarreal B con todo su arsenal en el campo consiguió igualar el partido porque tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. La UD estaba permitiendo demasiado y Mbacke hizo justicia siendo artífice del gol groguet. Punto insuficiente para la UD en casa en un partido que tenía totalmente controlado en la primera parte. Pimienta, no acertó con los cambios.
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