A 88 kilómetros de Cartagena, Abarán y aquel día inolvidable de 1964

Aunque se tiene que dar una combinación de resultados un tanto enrevesada y a cuatro bandas, combinando un triunfo propio con derrota del Alavés y que Eibar y Levante no ganen, la UD comparecerá el sábado en Cartagena con la intención de exprimir sus opciones de materializar su ascenso a Primera División a orillas del Mediterráneo. Sería su sexto salto a la máxima categoría en 74 años de vida. Un repaso a la historia delata que Murcia ya fue tierra bendita y con una situación calcada a la que se da ahora.

Hay que remontarse a la campaña 1963-64 para fechar este precedente que ahora cobra vigencia. Entonces dirigida por Vicente Dauder, la UD se desplazó al estadio de Las Colonias para culminar una temporada en la que cumpliría con el objetivo de subir.

Pese a las sensibles bajas de jugadores como León o Germán, ya consolidados entonces en el primer equipo pese a su juventud, el liderazgo de otros dos mitos como Tonono y Guedes, además de la capitanía que ejercía con gallardía Aparicio, resultó suficiente para solventar con autoridad el choque y provocar una explosión de felicidad en los seguidores que, desafiando los rigores de la época, se aventuraron en un viaje que les mereció la pena.

La victoria, además, conllevó el campeonato de Segunda División y trajo una consecuencia añadida que no puede pasar desapercibida con la perspectiva del tiempo: la UD permanecería, de manera consecutiva, 19 campañas en la élite y en las que se lograron hitos tales como el subcampeonato liguero de 1969, clasificaciones para jugar en Europa o la final de Copa de 1978.

Abarán, localidad del interior murciano, está a 88 kilómetros de Cartagena, ciudad en la que este sábado se puede escribir un nuevo capítulo para la eternidad si se consuma otro ascenso. Sería, sin duda, un guiño del destino.

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