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Las desavenencias entre el entrenador catalán y Las Palmas le alejan del club, como en su día pasase con el cántabro | A esta hora, la situación es insalvableA estas alturas debería estar la UD celebrando todavía su ansiado y merecido ascenso, pero las dudas en el banquillo paralizan toda emoción y ganas de celebración. García Pimienta, que siempre ha pregonado su amor por Las Palmas, la isla y su afición, así como su deseo de continuar siendo el entrenador en Primera División, está más fuera que dentro. Las desavenencias económicas recuerdan, además, al adiós de Quique Setién allá por 2017.
Es, además, un desencuentro inesperado para la dirección deportiva y el propio presidente Miguel Ángel Ramírez, que confiaban plenamente en cerrar la renovación del preparador subiera de categoría o no. Las Palmas le ofrece lo que, a su razón, es una cuantía suculenta para un entrenador que se sentará en el banquillo por primera vez en la élite del fútbol español.
Pero Pimienta, que se remitió a sus representantes para tratar todo el tema monetario, también con sus motivos, parece estar más fuera que dentro. Este viernes Ramírez, durante la campaña de abonados, dará la última hora y se sabrán todos los detalles de la situación. El catalán apunta con fuerza al Celta de Vigo.
Con el ascenso en su mano, todo se dibujaba con una UD en Primera de la mano de García Pimienta. Pero ahora mismo la situación se intuye insalvable. Las Palmas no va a subir su oferta y ya Helguera incluso peina el mercado en busca de un posible sustituto que se adecúe a los parámetros económicos que maneja el club insular. Aun así, todavía podría haber algún diminuto porcentaje de esperanza para reconducir el panorama entre ambos.
De no ser así, Pimienta se convertiría en el segundo entrenador en dar calabazas a la Unión Deportiva en las últimas seis temporadas. El 18 de marzo de 2017, Quique Setién se despedía en sala de prensa de Las Palmas, confirmando que rechazaba la oferta de renovación del club amarillo y que emprendía nuevo vuelo.
Lo que vino después fue un caos. Cuatro entrenadores en un mismo curso -Manolo Márquez, Pako Ayestarán, Paquito Ortiz y Paco Jémez- para acabar descendiendo a Segunda con estrépito. No quiere que se repita la historia Las Palmas, que de romper con Pimienta trataría de apostar por alguien capacitado para lograr la permanencia.
Las similitudes existen entre ambos entrenadores. Setién había dirigido al Lugo y con la UD se le abrieron muchas puertas. Pimienta, siempre en la cadena de formación del Barça, tocó la gloria del ascenso a Primera con Las Palmas. Y eso también le coloca en buen escaparate.
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