El fichaje de invierno es Pejiño
El extremo gaditano, que no juega desde que se lesionó el 24 de octubre de 2020, podría entrar en la convocatoria para el choque ante el Leganés
Por fin se acaba el eterno martirio para Pejiño. El extremo andaluz, que no juega con la UD desde que cayó lesionado el pasado 24 de octubre de 2020 en el duelo ante el Cartagena de la octava jornada liguera, parece ver la luz al final del túnel. Hasta el momento se ha perdido ya 13 encuentros de la competición doméstica y los otros dos de Copa del Rey. Había sido indiscutible y un hombre importante en las alineaciones de su técnico, Pepe Mel. Tanto fue así que incluso el mandamás del vestuario amarillo tuvo que optar por un cambio de sistema en algunos partidos y prescindir de las bandas.
Ante el Cartagena sintió un pinchazo que conllevó una rotura de fibras del isquiotibial. Tuvo que parar para recuperarse y, cuando ya parecía estar óptimo para incorporarse a la tarea grupal, le tocó frenar en seco, y eso que al bueno de Pejiño le gusta acelerar. Nuevo contratiempo, con viaje a Madrid para examinar su tobillo y diagnóstico concluyente: edema óseo. Otra vez a esperar lejos de donde más le gusta estar, que es sobre el césped.
Ahora, tras casi tres meses de un sinvivir, el velocista andaluz empieza a ver todo un poco más claro. Incorporado a los entrenamientos con el resto de los compañeros y cogiendo el mejor tono físico, podría entrar en la convocatoria para la próxima cita doméstica, en casa contra el Leganés, el domingo 24 de enero (19.30 horas). Le favorece que el conjunto grancanario fue apeado de la Copa del Rey y tiene una mini pretemporada para llegar en plenas condiciones a la batalla por los puestos de privilegio de la tabla clasificatoria.
Estaba siendo un valor al alza en los esquemas del técnico y su baja hasta condicionó hasta en un cambio de sistema
Pepe Mel, sabedor de la importancia directa de Pejiño en su esquema, no ha querido correr ningún tipo de riesgo con el atacante. Le espera con ganas y sabe que, sin duda alguna, será el mejor fichaje de invierno posible. Con un tanto y dos asistencias de gol en las ocho jornadas que disputó, donde acumuló 482 minutos repartidos en seis titularidades y dos partidos en los que saltó desde el banquillo. Cabe destacar que el canterano del Sevilla se hizo con el puesto en el once en la segunda jornada y desde entonces se proclamó como un fijo en las alineaciones del entrenador madrileño. Además, sus actuaciones sorprendieron gratamente y muy pronto se convirtió en uno de los jugadores a seguir en la categoría de plata del fútbol español, formando un tridente de lujo en ataque junto a Sergio Araujo y Rober González.
Así pues, la vuelta de Pejiño está más cerca que nunca de producirse, salvo infortunio de última hora, que ya ha tenido varios el jugador. Con más de una semana de por medio para preparar aún el choque de altos vuelos frente al Leganés, sexto en la tabla y que marca la frontera con los puestos de promoción de ascenso a Primera División, Mel espera poder incluirlo en la convocatoria e incluso que pueda disputar, si todo sigue tal cual está ahora mismo, sus primeros minutos desde el mes de octubre.
Con todo, el jugador está deseoso de volver a enfundarse la elástica amarilla, calzarse las botas y empezar a galopar pegado a la línea de cal. El buen momento que atraviesa la Unión Deportiva, encima, invita a querer disfrutarlo sobre el verde. Ya bastantes enfrentamientos se ha perdido Pejiño y no quiere seguir anotándolos en la lista de encuentros desde la grada. Quiere ser actor protagonista y, aun con pies de plomo para no correr riesgos, la aventura isleña en el recinto de Siete Palmas contra otro gallito de la categoría como es el conjunto pepinero le atrae.
Mientras, Mel continúa preparando la cita con mucha intensidad en los entrenamientos. Ayer, Barranco Seco acogió una doble sesión cargada de kilómetros, sudor y mucho esfuerzo. Tras caer en Copa del Rey y no jugar este fin de semana (hay muchos equipos de Segunda que sí lo harán), los amarillos se pueden, y deben, permitir subir la carga de trabajo. Así lo está haciendo el entrenador, que quiere a todos como motos para el comienzo de la segunda vuelta. Las dos victorias consecutivas ante los dos primeros de la clasificación, Espanyol y Mallorca, respectivamente, no puede desembocar en relajaciones.
