De Barranco Seco a Zaragoza: la travesía de Kirian
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En nueve meses ha culminado el jugador el proceso desde que anunció que padecía cáncer hasta su regreso a la competiciónDel pasado 2 de agosto, día en el que Kirian Rodríguez anunció que tenía cáncer, hasta el 30 de abril, fecha que permanecerá para siempre en su memoria al ser la de su reaparición en los terrenos de juego, transcurrieron nueve meses. Una temporada, en términos redondos y con la actual ya en sus últimas jornadas, y que, en el caso del tinerfeño, ha servido para escribir una historia de superación en la que él, siempre discreto y centrado en su recuperación, ha ejercido un papel ejemplarizante.
Kirian quiere ser ahora importante y va con todo para el ascenso de la UD, tal y como dejó claro en La Romareda a la conclusión del encuentro en el que volvió a tener minutos, reacio a que los titulares relacionados con él resten foco al objetivo colectivo, que es el que siempre ha privilegiado. Con todo, la evolución que ha personificado ya se tiene en la entidad como uno de los mayores motivos de orgullo a exponer cuando finalice el curso. La intención, cómo no, es acompañar la sonrisa de Kirian con el salto de categoría. Pero la felicidad que supuso volverlo a ver de amarillo y metido de lleno en la competición supone de ahora en adelante en la vitrina más preciada.
Kirian lo ha dejado claro: aspira a recuperar su «vida normal». Esa normalidad a la que apela, en realidad, jamás la perdió. Porque hasta cuando se tuve que sentar en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva, rodeado de todos sus compañeros, para desvelar su enfermedad, tampoco se quebró: «No quiero mensajitos de pena porque me veo fuerte», dijo entonces. Desde ese momento, pasando por las sesiones de quimioterapia, los entrenamientos en solitario en la Ciudad Deportiva, los cambios físicos inevitables por el tratamiento médico y ante los que puso siempre la mejor cara y sus progresivos avances, que le permitieron cumplir con el desafío de volver a tener licencia federativa en el mercado invernal, tal y como se había propuesto, su carrera de obstáculos la ha salvado con una fortaleza admirable.
Su propósito de ser siempre uno más, pese a las condicionantes especiales que le han rodeado, constituye otro de los pilares de lo que es hoy. Jamás admitió un privilegio en este tiempo y hasta fue uno de los que mejor comprendió las palabras de García Pimienta cuando, ante la falta de oportunidades que había tenido desde enero, subrayó que no era intención suya «regalar minutos» a nadie y que Kirian los tendría cuando él considerara que debía ponerlo. Ese momento se hizo esperar pero terminó llegando. Y nadie duda de que por la trascendencia del momento, la puesta en escena de Kirian respondió a las necesidades del equipo sin atender a simbolismo alguno. Porque la UD anda inmersa de lleno en su carrera a Primera y la competencia interna es mayor que nunca.
«Kirian le ha dado al equipo pausa y temple. Fue el mismo con calidad que tiene siempre. Estoy contento por él, porque se lo ha ganado. La semana que viene podrá tener más minutos en el terreno de juego», dijo el domingo Pimienta acerca del futbolista, de vuelta con todas las de la ley.
Cronología abreviada
11 de julio: Inicia la pretemporada con sus compañeros.
2 de agosto: Anuncia, en conferencia de prensa, que padece un linfoma de Hodking.
17 de noviembre: Tras la sexta sesión de quimioterapia, el jugador anuncia que ha terminado el tratamiento.
29 de diciembre: Kirian comienza «su incorporación progresiva a la dinámica de trabajo del primer equipo», informó el club en una nota oficial con varias fotos en las que se le ve entrenando con sus compañeros.
12 de enero: Anuncia su alta médica que le habilita para volver «a la vida laboral y social».
11 de febrero: Entra en su primera convocatoria de la temporada, en casa y frente al Lugo.
30 de abril: Reaparece en competición oficial, en la que es su primera aparición en la presente temporada, frente al Zaragoza.