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Manuel Marrero, Pollo de Buen Lugar, y el Faro de Maspalomas en uno de sus míticos desafios.
La leyenda del eterno Pollo de Buen Lugar

La leyenda del eterno Pollo de Buen Lugar

lucha canaria ·

Manuel Marrero, célebre por ser conocido por el nombre de su barrio natal de Firgas, se ganó un hueco entre los grandes por su maestría y ejemplo

PEDRO REYES

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 2 de abril 2022

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Uno de los mejores luchadores de la historia del vernáculo deporte fue Manuel Marrero, Pollo de Buen Lugar. El bregador tuvo sus mejores años en las décadas de los treinta y cuarenta del pasado siglo. Para conocer algunas anécdotas de su vida, Manolín Báez, expuntal, sobrino, ahijado y que conserva algunos de sus trofeos y medallas, es la voz de referencia.

Lo primero que hay que preguntamos es sobre la retirada de su tío, que tuvo alguna controversia al haber versiones contrapuestas. «Se retiró por la edad. Estaba cerca de los 40 y el hombre ya estaba cansado de tanta luchada y poder compatibilizarlo con su trabajo. A mí me dijo que El Palmero lo tiró al final de su vida deportiva y que en ningún caso dejó la lucha por ello. El mismo Palmero, en declaraciones públicas, dijo que, para él, el luchador más temible fue el Pollo de Buen Lugar. Ya la prensa de 1946 decía que el Palmero era un genio, y que solo el Pollo de Buen Lugar sabía tumbarlo, pero a quien le costaba tirar y tenía gran rivalidad era con el Faro de Maspalomas. Los demás si lo tiraban una vez, él los tumbaba después cinco o seis veces».

Báez añade en sus explicaciones sobre la recordada figura: «Yo no lo vi luchando pues nací en el 54, cuando hizo la última luchada, varios años después de retirarse, el desafío con Manolín por la UD Las Palmas, aunque después hizo otra de exhibición con el Faro. Me contó muchas anécdotas, como que en aquella época era difícil ir a Tenerife en barco, se tardaban muchas horas y algunas veces se mareaban. Por ello se iban un par de días antes, tanto él y el Faro. Como estaban allí con antelación, además de ir a correr, agarraban en la azotea de la pensión y por el ruido que se escuchaba, una noche subió la dueña porque estaban asustados por los golpes en el edificio. Sobre los clásicos desafíos con el Faro que abarrotaba los terreros siempre, me decía que ahí tuvo mala suerte, aunque después en las luchadas con los equipos, las ganaba y de hecho fue campeón provincial y regional con Los Guanches y con el Ajódar. Tuvo más títulos por equipos que el Faro. Después de los últimos dos desafíos me dijo que, a raíz de ellos, en competición, ya el Faro no lo tiró más».

Mañas caraecterísticas

La manera de luchar de su tío la cuenta en boca de otros. «A mí me cuentan que era muy elegante luchando, que hacía fácil lo difícil. De hecho, en 1984 la prensa publicó un ránking de la lucha canaria y le califican como 'el completo'. Medía 1,90 metros y pesaba 110 kilos. Tenía mucho poder y al mismo tiempo luchaba. Era capaz de tocar por dentro o hacer una burra. Además, su lucha predilecta era el sacón de aire. El que ha luchado sabe que hay que tener mucho estilo y mucha técnica para hacerlo. Sorprendía luchando ya que no esperaban por donde podía salir, pues iba bien por arriba y por abajo y eso no es normal en un luchador de peso. Otra anécdota que me contó era que cuando luchaban en el Campo Canario, después había galgos y así se aprovechaba la gente de la lucha. El gerente le dijo en una ocasión que había que bajar lo que le daban. No tuvo problemas, les comentó que se tomaría un descanso y que lucharan con otros. Hicieron varias luchada y el público no acudía, por lo que tuvo que subir a Buen Lugar para hablar con mi tío para que regresara. Manuel Marrero le respondió que, si querían que volviera, ahora, tenían que darle el doble de lo que le ofrecía antes y así, volvió».

«Siempre me decía que, si todos los luchadores de aquella época hubieran sido listos, serían millonarios, solo con lo que recogían del público. Podían haber comprado solares cada dos semanas que les ofrecían constantemente, pero ellos no hacían caso. Si hubiéramos sido emprendedores e invertido, la situación hubiera sido otra, me llegaba a comentar. En Buen Lugar también le ofrecieron invertir en la parte alta pero no quiso. Llegó a tener un par de millones en el banco en esa época. Eran gente muy conocida y famosa», añade.

Y va más allá en detalles: «Incluso en el Ajódar le daban dinero para comprar un camión y estar en la cooperativa de plátanos, pero no quiso. Era chófer de los Betancores y ahí se quedó, porque además le daban todas las facilidades y la empresa contenta de tener a un personaje importante como empleado».

«Otra cosa que le costó entender a Manuel Marrero fue que, en el himno de la lucha canaria de Los Sabadeños, quedara fuera, cuando según él, hubo luchadores que hicieron la mitad de lo que él hizo o también que en los torneos de la federación tampoco hubiera alguno con su nombre. Incluso la medalla que le ofrecieron en 1946, tampoco se la habían dado, y cuando eso iba a ocurrir, murió dos semanas antes», lamenta.

El libro 'Tarhas de la lucha canaria' de Santiago Henríquez, publica la biografía del gran luchador. «Nació en Firgas, en el barrio de Buen Lugar el 18 de abril de 1913 y sus comienzos fueron con 15 años con Pepe Ojeda, que provenía de Gáldar, pero que vivía en Buen Lugar. De Pepe Ojeda, al que admiró mucho, aprendió casi todo lo que sabía de lucha, después, su experiencia en la brega puso lo demás. A los 16 años ya empezó a luchar en el bando Norte y además había entrenado esos años de juventud con el célebre Mandarrias. Fueron sus compañeros en el bando norte en esos años, Domingo Mederos, Ignacio el Calero, Chano Padrón, Pollo de Guía, o Clemente Ríos entre otros. Su rival más directo fue siempre su gran amigo, José Rodríguez, el Faro de Maspalomas. De 1936 a 1941, por la Guerra Civil, donde fue llamado a filas, dejó de luchar. Posteriormente se formaron nuevamente los bandos Norte y Sur y Manuel Marrero volvió al suyo, consiguiendo grandes triunfos».

«Más tarde, formó parte de Los Guanches de Arucas del que fue fundador. Disuelto este equipo paso al Ajódar de Guía. Sus mejores temporadas fueron entre 1941 y 1948, en cuyo periodo alcanzó sus mayores triunfos. Le fue concedida la medalla de oro al mejor luchador de la época, aunque nunca le fue impuesta».

Y prosigue esa obra temática sobre su figura: «Un recuerdo imborrable para Manuel Marrero fue cuando tiró a nueve hombres del Adargoma incluyendo a la Fortaleza del Sur, Faro de Maspalomas. Entre sus desafíos destaca los que ganó en buena lid a Clemente Río, Lorenzo Andueza, Manuel Perera, Pollo de Tegueste, Camurria o Víctor Rodríguez, que fue campeón del Archipiélago».

También se recuerda el desafío con el Pollo de los Campitos, Francisco Suárez de Tenerife. Ya retirado de la lucha canaria, a los 45 años de edad fue invitado por Eufemiano Fuentes, presidente de la UD, para agarrar en desafío con Manolín Suárez en el Estadio Insular (la edición de CANARIAS7 del 21 de febrero de 2021 así lo recordó). La luchada fue un acontecimiento y el primer recinto deportivo de Las Palmas se llenó hasta la bandera dado el carácter benéfico de la luchada y también por la valía de las figuras participantes. Manuel Marrero, Pollo de Buen Lugar hizo vibrar a millares de aficionados que al final le pasearon a hombros, rubricando con ello una larga y brillante carrera deportiva. Para Manuel Marrero los primeros años de la década de los cuarenta fueron los mejores de su plenitud, en los que escaló a los más altos peldaños, a pesar de su pronta retirada con 36 años de edad.

Otros acontecimientos que también se recuerdan son:

-El 1 de septiembre de 1944, en la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife, tiró a once luchadores de la selección tinerfeña, quedando imbatido. En 1946 logra el campeonato regional con Los Guanches y tanto la directiva como sus compañeros le concedieron la copa conquistada, en reconocimiento al valor deportivo y a las hazañas realizadas durante la temporada. En 1947 pasa con Araña al Ajódar y logra el campeonato regional nuevamente con este club guíense.

-El Pollo de Buen Lugar es requerido para entrenar a su antiguo conjunto, Los Guanches en 1971, al dejar el cargo José Araña. Manuel Marreo continúa con buen acierto por la experiencia adquirida en los terreros. Fueron cinco temporadas las que contaron con sus servicios.

-Formó parte del club de luchas Buen Lugar como fundador y entrenador. Allí, en 1984 le dedicaban una plaza. Se le otorgaba la medalla al Mérito Deportivo por la Federación Regional que presidía Placido Mejías, pero no tiene ocasión de recibirla en vida ya que fallece 14 días ante de la entrega, el 30 de mayo de 1988, con motivo del día de Canarias. La medalla la recogió su ahijado Manolín Báez.

-En junio de 1991 la Asociación de Luchadores le concedió una placa en su vivienda de Buen Lugar con la directiva de Los Guanches, que presidía Mundín. Con anterioridad en 1984, se le realizaba un homenaje en Firgas, en el campo municipal de Vega Guerra.

El Pollo de Buen Lugar fue uno de los más completos campeones que Canarias haya tenido en la década de los treinta y cuarenta, siendo un digno rival del Pollo de San Andrés, Carampín, Camurria, Matoso, el Palmero o el mismo Faro de Maspalomas.

El 10 de octubre de 1946, la Federación de lucha canaria, que presidía José Miranda Junco, aprobó por unanimidad el concederle la medalla de oro al Mérito Deportivo.

En la actualidad, el terrero de lucha de Buen Lugar lleva su nombre.

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