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Jiménez, victoria o despido

Jiménez, victoria o despido

Partido con sabor y valor a final en el Gran Canaria. El líder visita a una UD que atraviesa un bache existencial y todas las miradas estarán puestas en el entrenador andaluz. Solo un triunfo le ratificaría en su puesto, todo lo demás acabaría en un adiós.

Kevin Fontecha

Jueves, 1 de enero 1970

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Si hay alguien que vivirá el encuentro de este viernes con intensidad será Manolo Jiménez. Los malos resultados de la Unión Deportiva ponen en un alambre al preparador sevillano y tan solo una victoria le otorgaría credibilidad para continuar siendo el capitán de la nave amarilla. La escasez de juego, la falta de gol y los pocos puntos cosechados en las últimas siete jornadas ligueras, donde la escuadra grancanaria tan solo ha conseguido un triunfo, obligan al entrenador a dejar los tres puntos en el recinto de Siete Palmas.

Ganar o morir. Plata o plomo ante todo un Granada que está en lo más alto de la tabla clasificatoria por méritos propios. No le queda otra al ex del AEK Atenas, que sabe que, en esto del fútbol, lo que mandan son los resultados. Y en números la UD no está para presumir. De hecho, son ya tres los encuentros en los que los amarillos no suman de tres. Lejos queda ya el contundente triunfo en el templo insular ante el Numancia (3-0). Más latentes están los tropiezos contra Malloca, Deportivo de La Coruña y Elche, donde Las Palmas no pudo vencer a su oponente. Con todo, Jiménez es consciente de la importancia capital que tiene la batalla ante el conjunto nazarí, no solo para recortar posiciones con la cabeza de Segunda División, sino para mandar un mensaje de confianza a los que ya empiezan a dudar de su valía en la disputa por el objetivo del ascenso.

Por suerte o por desgracia, en el deporte los resultados son los que dictan la sentencia final y Jiménez sabe que se la juega. Pero para la batalla final tiene a sus guerreros sacando los dientes por él. Y es que, en la semana más importante en lo que va de temporada, dos de los pesos pesados del vestuario han salido en su defensa. Tanto Cala como Tana alzaron la voz en rueda de prensa para apretar músculo por el preparador del Arahal. Ahora toca que, una vez ruede el esférico, saquen los colmillos en la cancha. Solo le vale ganar al andaluz. La derrota, e incluso el empate, pondrían punto y final a la historia de amor entre la Unión Deportiva y Manolo Jiménez.

Con todo, el técnico recuperará a dos de sus baluartes. El máximo artillero de la plantilla, Rubén Castro, y el capitán, David García, serán de la partida inicial. Ambos han jugado siempre que han estado disponibles y son un seguro. El delantero de La Isleta lleva el gol en la sangre y buscará perforar el arco defendido por el portugués Rui Silva. El zaguero de Maspalomas, por su parte, morderá a los atacantes del cuadro granadino para salvar el fuerte amarillo.

Al mismo tiempo, Jiménez podrá contar también con uno de los fichajes del verano y por quien se esperó hasta última hora. David Timor vuelve tras cumplir sanción ante el Elche en el Martínez Valero y hará de balanza entre el ataque y la defensa. Por contra, y para fortuna de la retaguardia andaluza, no estará Rafa Mir, concentrado con la selección española sub-21. Su hueco, salvo sorpresa final, lo ocupará un Tana que ya demostró la jornada pasada que quiere ser protagonista en esta reciclada Unión Deportiva.

Los elegidos para la titánica disputa que albergará el Gran Canaria serán los hombres de confianza de Manolo Jiménez. En portería, Raúl Fernández tratará de volver a echar el cerrojo y dejar su portería a cero. Ahí será cuando crezcan las posibilidades de victoria de Las Palmas. No será fácil. El Granada, con 20 tantos a favor, es el segundo equipo más goleador de la categoría, solo superado por el Dépor, con 23. En defensa, línea de cuatro. El carril diestro será para Álvaro Lemos. En el zurdo, De la Bella. Los jefes de la zaga serán, una vez más y tras la vuelta del jugador con más partidos a su espalda de amarillo, Cala y David García. Por delante, dos hombres con puesto garantizado. Timor y Javi barrerán al servicio del colectivo. Tana podría ocupar la banda derecha, Araujo la zona de enganche con el punta y apunten el nombre de Danny Blum en el extremo izquierdo. Ante el Elche fue de lo mejor. Incisivo y vertical. Y es una bala que no debe malgastar Jiménez en un partido capital. Arriba, cómo no, Rubén Castro.

No se admiten más errores y el recinto de Siete Palmas podría acabar siendo una olla a presión. Jiménez se la juega y saldrá a morir desde el primer minuto del choque. Que ruede el balón.

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