Poco que perder y mucho que engrasar
Es tan preocupante la antepenúltima posición en la Liga Endesa y los ya tan numerosos como inusuales contratiempos físicos que, aunque a alguien le pueda sonar a broma, la Euroliga hace tiempo que pasó a un segundo e incluso tercer plano en el seno del Herbalife Gran Canaria.
Y eso es, precisamente, en lo que se convierte la cita de esta noche (20.00 horas, Movistar Deportes 2) ante el Panathinaikos de Langford, Papapetrou, Pappas, Gist, Vougioukas, Lojeski y, sobre todo, de Nick Calates, uno de los mejores bases del mundo, NBA incluida, donde defendió los colores de Memphis Grizzlies durante dos temporadas.
O lo que es lo mismo, otro de los grandes que pisa el Arena de Siete Palmas para medirse a un Granca con muy poco que perder en lo que le resta de Euroliga y mucho por engrasar para estar a la altura en la ACB.
Y lo de engrasar es para ya. Con las bajas confirmadas de los pívots Anzejs Pasecniks y Luke Fischer, el protagonismo para los recién aterrizados Jacob Wiley y Cory Jefferson es inmediato. Ambos se visten de corto esta noche y lo hacen tras un par de entrenamientos con sus nuevos compañeros, el escaso tiempo que les ha dado para ir acoplándose a todo: la isla, el equipo, el sistema...
También estará en la rotación Niko Radicevic, el base serbio que ha participado en las últimas sesiones y que necesita minutos para recuperar el nivel competitivo necesario para ser de ayuda.
A las bajas de Pasecniks y Fischer hay que añadirle la de Eulis Báez, descartado por el propio Víctor García, el entrenador jefe de los claretianos que confirmó su escasa participación esta semana, y la seria duda de última hora de Kim Tillie, el ala-pívot francés que sufre una gastroenteritis. Con ese panorama encara la cita esta noche un Herbalife presente ante el Panathinaikos pero mucho más preocupado y pendiente de su visita a Burgos este domingo, obligado por la mala clasificación en la Liga Endesa.
102-87 en la ida.
En el duelo de la ida, la única referencia entre ambos equipos, el partido fue dominado siempre por el cuadro griego, entonces entrenado por el español Xavi Pascual. En el 102-87 final destacaron las anotaciones de Langford, Lekavicius (ambos con 16), Papapetrou (15) y, cómo no, la dirección de Calathes, que repartió nueve asistencias.
Por el bando grancanario fueron Chris Evans, pasado ya claretiano, y Marcus Eriksson los que más anotaron aquel 18 de octubre del año pasado (15 puntos cada uno).
Sin opciones –ni ganas– los amarillos de ocupar puesto entre los ocho primeros, para el Panathinaikos, metido de lleno en esa lucha, sí que es vital sumar hoy en la isla. Un dato que añade la dificultad de tumbar hoy al cuadro griego. Aunque, visto lo visto, ese ya no es ni objetivo ni preocupación para los grancanarios.
