El Gran Canaria capitula en Bilbao (79-72) y se complica la Copa
El combinado claretiano capituló en Bilbao y se complica su opciones de cara Valencia tras un partido para olvidar en tierras vascas
Un duelo de pizarras no apto para puristas, sino para estómagos resistentes a la acidez copera. El Gran Canaria, con el regusto aún amargo de las dos últimas derrotas ante el Joventut y el Barça, se veía en la necesidad de apelar a la épica y obviar cualquier tipo de ornato baloncestístico en su choque en Miribilla. Pero de poco sirvió ante los 25 puntos de Jason Jaworski, que se convirtió en el verdugo de los claretianos. Para esta ocasión, el técnico del conjunto insular, Jaka Lakovic, optó por una variante en su ecuación inicial, sacando en el quinteto titular al colombiano Braian Angola en lugar del norteamericano Isaiah Wong, tratando de sacar rédito de que el escolta cafetero se había mostrado hasta ahora como uno de los mejores 'sextos hombres' de la competición.
Sin embargo, la imprecisión de los dos equipos y, posiblemente, la presión clasificatoria de ambos, pasó factura en el arranque, superando el Granca al Surne Bilbao en el ecuador de la primer cuarto con un raquítico 2-4 en el electrónico.
La cosa no mejoró con el paso de los minutos, aunque Bagayoko y Pantzar lograron darle la vuelta al marcador con un paupérrimo 6-4. Intentó el equipo isleño imprimir un poco más de velocidad en las transiciones y consiguió ponerse de nuevo por delante con una canasta de Salvó y un triple de Wong (9-11).
Aún así, la carestía ofensiva era más que palpable en ambos lados de la cancha, si bien Wong logró, con un nuevo triple, edulcorar el primer parcial con un ajustado 14-16.
En el segundo asalto, el Bilbao volvió a la carga y, con un triple de Frey, volvió a ponerse en vanguardia, fruto de un 7-2 de repunte (21-20). Pero el arreón vasco siguió ampliándose con otro lanzamiento desde el perímetro de Jaworski, aderezado con un tiro libre del tirador norteamericano (25-20). No obstante, el Granca reaccionó de inmediato, a través de un latigazo exterior de Brussino y una canasta tras contragolpe de Vila (25-25). A partir de ahí, se mantuvo la máxima igualdad sobre el parqué, entre aciertos y errores, con tapones y pérdidas de balón de por medio en unos minutos de caos y correcalles. El caudal ofensivo se volvió a resentir en una primera parte casi para olvidar. Darrun Hilliard consiguió pescar en río revuelto (32-29).
Brussino y Labeyrie parecían resolver el entuerto en los últimos instantes del primer tiempo, pero tal fue el cortocircuito general -11 pérdidas del Bilbao contrastando con las 12 personales de los claretianos- que los dos equipos enfilaron el túnel de vestuarios con un exiguo 34-34. merced a un triple sobre la bocina de Albicy, algo inesperado en el guion del choque.
En la reanudación, se repitieron los renglones torcidos en la pizarra isleña, en los que Pantzar y Jaworski tomaban buena nota para volver a aupar al Bilbao Basket (41-36). En cualquier caso, la acumulación de personales empezó a hipotecar las rotaciones bilbaínas, manteniéndose vivo el Granca a base de tiros libres y algún que otro triple (43-43).
La máxima igualdad se mantuvo incluso a las puertas del último cuarto (55-55), si bien dos triples de Jaworski -uno de ellos desde el centro del campo- activó las alarmas (67-63). Los claretianos reaccionaron a base de arreones viscerales, sin precisión y algo desnortados (72-69), pero un triple posterior de Krampelj puso contra las cuerdas a los grancanarios. Ahí se acabó el encuentro, quedando puntos de maquillaje en una derrota que ahoga aún más al Dreamland.