Lara Moreno: «En España hay talento literario, pero no abunda»
La escritora sevillana (1978) y editora de Caballo de Troya imparte este jueves a las 19.00 horas una charla en la Casa Museo Pérez Galdós.
- Parece que hay un de talleres literarios. ¿Por qué todo el mundo quiere ser escritor?
- Llevo muchos años dando talleres. Al principio por mi cuenta, por disfrutar. La verdad es que hay bastantes alumnos y mucho movimiento. Es algo que en EEUU se ha hecho desde siempre. Hasta los relatistas más famosos de los años 50 daban talleres. En España es una moda que ha entrado tarde. Más que una plataforma para convertirse en escritor profesional lo veo como lugar para compartir la pasión de escribir y de leer. Hay que quitarle el peso de gravedad que le ponemos a todo lo que tiene que ver con el arte.
- Ha seleccionado seis libros para Caballo de Troya. ¿Encontró, como usted decía, libros que la apasionaran, le dolieran y la sorprendieran?
- Es muy difícil. Yo llevo editando muchos años como colaboradora, en corrección estilo,... Pero nunca había estado en la tesitura de leer con el juicio de si algo es publicable o no. Me di cuenta de que se te rompen muchos esquemas. Es muy fácil leer con total libertad. En cambio aquí era con responsabilidad, lo que te hace dudar de todo. Es bastante complicado. He encontrado libros que me han llamado la atención, que tiene que ver con la pasión, pero te das cuenta de que hay tantísimas lecturas y prismas que es complicado encontrar la obra redonda que uno espera como editor novato. Estoy muy contenta con los que he seleccionado y les deseo la misma buena suerte.
- ¿Ha leído sus propios libros desde este rol de editorial que comenta?
- No me leo mis libros. Los leo en el proceso de escritura y edición, pero cuando se termina no vuelvo a leérmelo más. Mientras los escribo no los estoy leyendo los estoy haciendo. Mi primera novela, que tuvo más tiempo de reposo, sí la leí como si fuera un poco ajena, pero es difícil salirse del ensimismamiento.
- Desde la experiencia de editora, ¿cómo ve el panorama literario español?
- Yo ya tenía el panorama hecho porque he trabajado en edición mucho tiempo y con los talleres que imparto te haces una idea. Estoy en el mundillo. Pero es cierto que me sorprendió, por un lado, que hubiera la misma cantidad de mujeres y de hombres y, por otro lado, creo que es cierto algo que he estado negando. Hay una tendencia a la autoficción, a historias personales, a contarse a uno mismo, aunque sea desde distintos puntos de vista. Hay más indagación en uno mismo, en la memoria y en las experiencias que ficción pura, que inventarse historias. Hay escritura buena y mala, como siempre, pero es difícil encontrar algo que te enamore. Como tengo el punto de vista del editor he leído los manuscritos desde el punto de vista de cómo mejorarse. A algunos les hacía falta muy poco y otros necesitaban una inmersión más grande, pero yo los manuscritos no los veo como algo sobre lo que trabajar. Hay talento, pero es complicado. No abunda.
- ¿Ha cambiado en ese panorama el auge de la autoedición?
- Yo creo que todo el mundo puede hacer lo que quiera si tiene dinero. No veo tanto el boom de la autoedición. Creo que, por suerte o por desgracia, se queda al margen del mundo literario, del canon. La autoedición es una oportunidad. No necesitas de nadie y puedes compartir tu libro con la gente que tienes alrededor. Pero, extrañamente, los escritores seguimos dentro de este sistema editorial bastante salvaje que no termina de funcionar económicamente, y no parece funcionar ni para los editores ni para quienes escribimos. Sigue siendo bastante tradicional en los cauces para alcanzar cierta visibilidad. Gracias al boom de las editoriales pequeñas y medianas estamos viendo cosas superinteresantes. Hay un exceso de libros porque, claro, los grandes grupos editoriales sacan 200 libros al mes de todo tipo de géneros.
- ¿Sienten presión para publicar las más pequeñas? ¿Hay más enchufismo?
- Enchufismo supongo que habrá en todos los ámbitos. Las figura del primo y el cuñado en este país es bien conocida. Lo que sí es verdad es que son las pequeñas las que reciben manuscritos. Las grandes no porque no los leen. Así que a alguien desconocido le es más fácil llegar a una editorial más pequeña, son más libres. Por otro lado, entre las grandes también hay diferencias. Hay muchos tipos de sellos, Seix Barral, Alfaguara, Random House... Tienen un sello muy importante de autores consagrados y un fondo tremendo, llevan años publicando el canon. Pero a veces siguen a las pequeñas, por ejemplo con el boom que hay ahora con el tema la mujeres, el feminismo, la maternidad...