Un invierno más cálido de lo normal
El otoño que se despidió este jueves ha sido el más cálido desde que en Canarias hay estaciones meteorológicas y el segundo más seco de los últimos 37 años, unas condiciones que según las previsiones podrían mantenerse durante el invierno que ahora arranca. El pasado trimestre hizo mucho calor y todos los días y apenas se registraron precipitaciones.
Rosa Rodríguez y / Santa Cruz de Tenerife
Viernes, 22 de diciembre 2017, 07:40
Canarias ha sufrido un otoño «excepcionalmente cálido», pues el trimestre pasado no sólo ha sido el más cálido del periodo de referencia (1981-2017), sino de toda la serie histórica. Pero, además, la pasada estación ha sido muy seca, la más seca de los últimos 37 años, una situación que previsiblemente repetirá este invierno, con temperaturas que podrían estar 1 grado centígrado por encima de los valores normales.
«Ha hecho mucho calor y todos los días del trimestre», dijo ayer el director del Centro Meteorológico de Canarias Occidental, Víctor Quintero, que este jueves presentó, junto al subedelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra, el resumen climatológico del otoño.
Víctor Quintero explicó que las series históricas en Canarias son larguísimas y que algunas, como la de la estación meteorológica de Santa Cruz de Tenerife, que se instaló en 1920, este otoño ha sido el segundo más cálido en 97 años. Datos como este, unidos a que cada vez son menos los episodios de precipitaciones que se están registrando en el archipiélago, aunque, eso sí, de mayor intensidad, son señales inequívocas, dijo Quintero, de que el cambio climático «ya es una certeza».
También llamó la atención el responsable del Centro Meteorológico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la provincia tinerfeña sobre las entradas de calima del pasado otoño que, son habituales, dijo, pero que en esta ocasión ha afectado a todas las capas de la atmósfera algo, apuntó, que «no es normal». Las altas presiones sobre el Sáhara, cerca del archipiélago, explicó el meteorólogo, han favorecido que las advecciones de polvo en suspensión hayan llegado a la costa, las medianías y las cumbres de todas las islas.
También achacó a esta poco habitual situación de altas presiones sobre el Sáhara el bloqueo que durante todo el otoño ha sufrido el anticiclón de las Azores, que se ha quedado todo el trimestre muy al norte, lo que ha provocado que las borrascas se hayan quedado al oeste de las islas sin poder hacer su habitual recorrido de oeste a este. Y por eso se registraron al oeste de La Palma y El Hierro casi 1.500 rayos pero «ni una gota de agua».
Sin borrascas
También llamó la atención Quintero, además de sobre el «mucho calor» que hizo el pasado otoño en prácticamente todo el territorio del archipiélago, sobre el hecho de que en septiembre, octubre y noviembre, ni una sola borrasca alcanzara Canarias y lo recorriera como suele ser habitual, de oeste a este.
Y eso ha ocurrido, explicó el director del Centro Meteorológico de la Aemet en Santa Cruz de Tenerife, por que sobre el Sáhara se ha producido una anomalía, que ya se viene repitiendo en los últimos años, dijo, por la que las presiones son más altas de lo habitual, de manera que ese anticiclón situado sobre el desierto actúa como tapón de las dos o tres borrascas que este otoño se han acercado al archipiélago desde el noroeste pero que al llegar al entorno del La Palma y El Hierro en lugar de continuar han subido hacia el norte sin toca las islas.
«El bloqueo anticiclónico se está produciendo y es una tendencia que en los últimos años se repite en con más frecuencia», algo que, señaló, junto con el incremento de la temperatura y la poca frecuencia de episodios lluviosos, pero cada vez más fuertes, puede ser un indicativo más del cambio climático.