El Consejo Escolar de Canarias marca deberes: de llegar al 5% a una educación inclusiva real
El órgano pide en el Parlamento la mejora de las infraestructuras de los centros educativos y realizar un seguimiento de la FP Dual
El cumplimiento de la Ley canaria, que obliga a destinar el 5% del PIB en educación, una atención a la diversidad real en el marco de las aulas, la educación de 0 a 3 años, la renovación de las infraestructuras de los centros educativos o el abordaje de la salud mental y la digitalización son algunos de los retos que enfrenta Canarias en materia educativa.
Así lo planteó este martes la presidenta del Consejo Escolar de Canarias (CEC), Natalia Álvarez, en el Parlamento. El Grupo Parlamentario Socialista Canario convocó al órgano en la última comisión del curso para profundizar en su papel dentro del «amplio espectro de los agentes de la comunidad educativa».
Álvarez acudió a la Cámara acompañada por otras dos representantes del Consejo, Noemí de Vera Galván y Patricia Guillama, quienes coordinan la comión de FP y de Participación, respectivamente.
La presidenta destacó los diferentes informes que ha desarrollado el CEC en el último curso, en los que se ve reflejada la realidad educativa del archipiélago y los deberes que quedan pendientes. «Hacen falta recursos», afirmó Álvarez, para alcanzar ese 5% del PIB en educación que contempla la normativa, para que efectivamente funcione como «pilar fundamental de desarrollo».
Una idea que hiló con la educación de 0 a 3 años, la que calificó de «fundamental», sobre todo en las zonas vacías o envejecidas, como pueden ser las medianías de las islas. Para ello, propuso hacer hincapié en las Escuelas Infantiles Municipales y en la oferta de ayudas para que las familias vulnerables «puedan acudir a este tipo de educación».
También puso el foco en la «atención a la diversidad en el marco de la inclusión», ya que «es realmente el motor que garantiza la accesibilidad universal y que nadie quede fuera de la posibilidad de formarse para el futuro». Por ello, apuesta por el diálogo con las familias y por la inversión de recursos.
A este respecto, realizó una mención especial a la Formación Profesional (FP) adaptada, ya que garantiza que el alumnado con más necesidades pueda avanzar en su desarrollo. Y hablando de FP, se detuvo en el programa Dual, que consideró «bueno» e «interesante», a la par que «muy complejo», por lo que requiere de recursos, formación, apoyo al profesorado y comunicación entre todos los agentes que participan en la FP.
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Ante esto, adelantó que el Consejo Escolar de Canarias trabaja en el desarrollo de encuentros entre el ámbito académico de la FP y el empresarial para que «puedan entenderse y trabajar conjuntamente», que esperan poner en marcha el año que viene. Una iniciativa que tendrá muy en cuenta la realidad del tejido empresarial de cada isla.
Otra reclamación pasa por la renovación de las infraestructuras educativas, ya que muchos centros cuentan con 20 o 60 años de antigüedad, así como el abordaje de la digitalización, del uso del móvil, de una manera transversal, en aras de hacer un empleo pedagógico de estos instrumentos, y de la salud mental, tanto en el alumnado como en el profesorado y empleados no docentes.
La presidenta del CEC se refirió del mismo modo al Informe sobre participación e implicación de la comunidad educativa en Canarias, presentado recientemente, del que resalta la implicación significativa de las familias, sobre todo de las más vulnerables, en el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas. Resaltó especialmente el proyecto Motor de Ciudadanía Activa, que busca la participación del alumnado y que ya ha llegado a 40 centros de todo el archipiélago y a 20.000 estudiantes.
Por último, Álvarez quiso «lanzar un guante» para que la reforma de la Ley de Consejos Escolares, en aras de alcanzar una normativa actualizada y acorde a los nuevos tiempos, para que el CEC pueda dar respuesta a todas las demandas, se tramite en la actual legislatura. La norma original data de 1987 y su última modificación tuvo lugar en 2003.
Los grupos parlamentarios mostraron especial sintonía ante el relato de la presidenta del Consejo Escolar de Canarias. Francisco Linares, del Grupo Nacionalista Canario, lamentó que la «comunidad escolar de Canarias no conoce que el CEC existe y juega un papel fundamental» y destacó muy especialmente su funcionamineto apolítico «siempre», lo que consideró «su gran éxito».
Puso en valor el giro de 180 grados que ha dado la educación en Canarias en las últimas décadas, sobre todo con la bajada de ratios, y recordó que hace 30 años era normal una clase con más de 50 alumnos y alumnas. Sí que recriminó que solo 44 ayuntamientos, de los 88 canarios, cuenten con un Consejo Escolar Municipal, cuando la constitución de estos órganos de consulta debe ser obligatoria.
Raúl Acosta, del Grupo Mixto, agradeció la intervención de Álvarez, dado que «da pistas de las cosas que tenemos pendiente de realizar» y valoró muy positivamente los encuentros previstos entre el ámbito académico y laboral en el marco de la FP Dual, «muy necesarios» para organizar esta modalidad «con sentido común».
Javier Nieto, de Vox, puso de relieve el trabajo realizado por el CEC y señaló que «cada punto» abierto por Álvarez «exigiría un monográfico de una importancia vital». Consideró que la presidenta del Consejo había abierto un melón con el tema de la salud mental, no solo del alumnado, sino que también del profesorado, que cómo no va a sentir presión si no cuenta con los recursos necesarios. A su vez, señaló como «clave» la participación de las familias en el proceso educativo de sus hijos e hijas.
Carmen Hernández, de Nueva Canarias-Bloque Canarista, defendió la ejemplaridad del órgano consultivo y recalcó que para enfrentar los retos primero hay que hacer un «buen diagnóstico» de lo que acontece, una tarea que el CEC defiende con la elaboración de diferentes informes.
Por su parte, Sonsoles Martín, del Grupo Popular, se mostró «muy de acuerdo» con una de las afirmaciones del Consejo, que reza que la planificación debe escuchar a las aulas, así como con la necesidad de seguir dando pasos hacia adelante en atención a la diversidad, a través de la FP Adaptada, o la renovación de las infraestructuras.
Para finalizar, el socialista Marcos Hernández concluyó que «si el Consejo Escolar de Canarias no existiera habría que inventarlo», al ser una «palanca tremenda no solo de participación, sino de asesoramiento al propio Gobierno», una asesoramiento que al diputado le hubiera gustado que hubiera tenido «mejor presencia a la hora de la toma de decisiones».
