La solidaridad también estará presente en la vuelta al cole

Con el inicio de las clases a la vuelta de la esquina, los miembros de la 'Plataforma por la dignidad, avanza con esperanza' se ha vuelto a remangar por quinto año consecutivo para ayudar a los niños y niñas de las familias más vulnerables a tener todo el material escolar necesario para comenzar con buen pié el nuevo curso.

Esta organización sin ánimo de lucro con sede en el Centro Cívico de Jinámar (la antigua Gerencia) derrocha sus esfuerzos un verano más en el stand que les han montado el Centro Comercial Alcampo en su entrada para esta campaña de recogida de material escolar que se mantendrá hasta el próximo 14 de septiembre y que busca apoyar a los menores más desfavorecidos. Allí se encuentran sus voluntarios mañana y tarde tratando de llamar la atención de los clientes de este hipermercado para que aporten libretas, paquetes de folios, bolígrafos, estuches, lápices, gomas, reglas o cualquier otro material para la causa.

Lo que en un principio comenzó como una iniciativa para desahogar a unas pocas familias con hijos y pocos recursos del barrio de Jinámar, ahora se ha convertido en un proyecto con mucha más capacidad y que pretende colaborar con las máximas personas posibles de otros municipios de Gran Canaria e, incluso, de otras islas. «El año pasado entraron en el programa alumnos de Agüimes, Ingenio o Vecindario, por ejemplo. Cuando estalló el volcán en La Palma también quisimos aportar nuestro granito de arena con ellos. En Fuerteventura también conocemos familias que nos han solicitado ayuda», explica María Valido, secretaria de la asociación.

En 2021 esta acción solidaria consiguió recaudar 9.267 productos de todo tipo que llegaron a 430 menores de 238 familias. Este año se han propuesto pasar la meta de los 10.000, aunque no va a ser una tarea fácil. La inflación que está sufriendo todo el mundo en los últimos meses se está notando. En la semana de campaña que llevan activos han logrado reunir 2.832 productos, una cifra bastante inferior de la que se registró el año anterior durante el mismo periodo (4.325). «Estamos viendo que la gente está sufriendo un poco más que otros años para llegar a fin de mes», expresa María. «Son bastantes más las personas que dicen que no pueden aportar nada. Y los que dan lo que pueden se suelen gastar menos que en la última edición», indica.

A pesar de todo, ella y el resto de voluntarios que se han involucrado con todo en este proyecto no se van a rendir y creen que aún hay tiempo para remontar. «Tenemos claro que queremos ayudar a muchos niños a pesar de la situación económica tan mala en la que vivimos todos. Vamos a intentar que mucha más gente conozca lo que hacemos para que los que puedan nos ayuden».

«Esto lo hago pensando en la cara de felicidad que se le pondrá a los niños cuando lleguen al primer día de clase y tengan todas las cosas que les han pedido sus profesores», revela María.

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