Rosa María Medina: «Estoy asustada por tener que despedir a mis empleados»
La propietaria de la dulcería Nublo relata a CANARIAS7 cómo están viviendo la situación actual a raíz del encarecimiento de las materias primas por la guerra en Ucrania
La guerra en Ucrania sigue ocupando portadas y estando en el centro de conversaciones y debates. Sus daños y consecuencias están siendo devastadores tanto directamente como indirectamente. Esta situación ya ha llegado a Canarias y algunos supermercados se están viendo desabastecidos, pero esto también afecta a los productores locales de siempre.
Rosa Maria Medina es la propietaria de la dulcería Nublo, un negocio tradicional en el municipio grancanario de Tejeda que lleva en funcionamiento desde 1946. Además esta dulcería siempre ha elaborado sus productos con materias primas de la isla.
Medina relata a CANARIAS7 cómo están viviendo, desde su negocio, la situación actual a raíz del encarecimiento de los ingredientes con los que hacen los dulces por la guerra en Ucrania.
Reconoce su incertidumbre ante las consecuencias del conflicto bélico y sus consecuencias económicas. «Estamos asustados. Mi marido y yo somos autónomos con 18 empleados y no queremos vernos en la obligación de despedir a nadie porque los trato como si fueran mis hijos, llevan conmigo muchos años. Esa es mi mayor preocupación».
«El aceite de oliva antes costaba 25 euros y pago 52 euros»
De momento, no han tenido que prescindir de la venta de ningún producto pero si han notado bastante el incremento del precio en las materias primas. «Nosotros utilizamos mucho el aceite de oliva, antes costaba unos 24 o 25 euros, pero ahora estoy pagando 52 euros. Esto supone un incremento del 50%».
Otro producto que también se utiliza mucho en las dulcerías y que se ha encarecido a raíz del conflicto es el azúcar. Rosa María Medina cuenta que ahora está pagando 17,55 euros cuando antes pagaba entre 12 o 13 euros.
Asimismo, Medina ha confesado a este periódico que algunas grandes superficies le han exigido que aumente el precio de los productos que vende para compensar las pérdidas. Sin embargo, ella se niega y explica que «lo primero son mis clientes y no se merecen este abuso. Aquí vienen muchos jóvenes a comprar dulces, pero sobre todo palmeras a sus abuelos». Es por ello que el lunes se reunirá con los directivos de estas grandes superficies.
Se queja de que, aun así, con esta situación «los autónomos como mi marido y yo no recibimos ningún tipo de ayuda y dependemos de ella para poder seguir adelante». «Llevamos 76 años desde que mi suegra fundó esta dulcería en el 46», asevera Rosa María Medina.
