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Francisco José Fajardo y Javier Darriba
Las Palmas de Gran Canaria
Sábado, 2 de noviembre 2024, 01:00
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Desde finales de julio , los agentes de la Unidad de Protección de la Naturaleza (Uprona) de la Guardia Civil montaron un dispositivo de seguimiento de los cinco investigados en el caso Valka: el excoordinador de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, José Setién; la gerente de la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa), Marina Más; el jefe de la oficina técnica de Movilidad y Obras de Geursa, Carlos Cabrera; el exjefe de Parques y Jardines del Ayuntamiento capitalino, Miguel Padrón; y el empresario Felipe Guerra. Por entonces, todavía no se había imputado ni a Geursa ni al jefe del departamento jurídico de esta sociedad, Luis Pérez.
Una de las iniciativas que adoptaron los agentes fue comprobar las reservas activas de vuelos con salida del aeropuerto de Gran Canaria para el periodo comprendido entre el 5 y el 30 de agosto, con el fin de conocer el paradero de los investigados el día en que se había previsto ejecutar la orden de registro en sus viviendas y en sus puestos de trabajo, que finalmente se materializó el 19 de agosto.
La respuesta que reciben de las aerolíneas es que José Setién tenía una reserva activa para el 7 de agosto con la compañía Binter. El billete del excoordinador de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tenía prevista su salida a las 09.30 horas y su regreso a las 20.00 horas de ese mismo día.
También se constata que Felipe Guerra tenía previsto realizar el mismo viaje.
Por este motivo, la Guardia Civil realizó una vigilancia estática en las inmediaciones del domicilio de Setién y pudo comprobar que, el día del viaje, fue recogido por un vehículo, de marca Hyundai Tucson, que era conducido por una mujer y que figuraba a nombre de una compañía de renting. El coche estaba alquilado por la empresa de Felipe Guerra desde diciembre de 2022.
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Según consta en el sumario del caso Valka, el agente encargado del seguimiento pudo comprobar luego, en el aeropuerto de Gran Canaria, que en una de las cafeterías interiores, cerca de la puerta de embarque, estaban sentados en la misma mesa Setién, Guerra y una tercera persona que no pudo ser identificada. «Posteriormente embarcan juntos», detalla el oficio de la Guardia Civil remitido al magistrado del Juzgado de Instrucción 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Passaro Cabrera.
De sus actividades en Lanzarote no se relata nada en la documentación del caso Valka a la que ha tenido acceso este periódico, pero uno de los domicilios que los agentes acaban registrando días después es el apartamento que Felipe Guerra tiene en Haría. En aquella intervención fue requisado un teléfono móvil que estaba en el inmueble y un pendrive del coche del empresario.
Los agentes sí informan de que, a la vuelta, salen los tres juntos de la sala de llegadas del aeropuerto de Gran Canaria. «La tercera persona no identificada se separa del grupo, mientras que Setién y Guerra se marchan juntos en el ascensor que va a la planta superior para ser recogidos en el mismo vehículo de la mañana», detalla el informe.
Tras otras gestiones, los investigadores comprueban que «tanto a la ida como a la vuelta, Guerra y Setién viajaron juntos, en asientos contiguos».
Para la Guardia Civil, este hecho apuntala la «estrecha relación existente entre ambos», algo que fue puesto de manifiesto por diversos testigos durante la instrucción de las diligencias preprocesales.
Los testimonios hechos ante el magistrado a principios de julio por parte de los testigos apuntaban en esta dirección. Uno de ellos comentó que Setién, «jubilado y todo, sigue mandando» en la política urbanística del Ayuntamiento de Las palmas de Gran Canaria a través de Geursa. Cuando se produce este viaje a Lanzarote, el excoordinador de Urbanismo llevaba ya cinco meses jubilado.
Otro de los testigos detalló que el empresario «entra como Pedro por su casa» en las oficinas de Geursa, «como si fuera su propia empresa». En cuanto a la relación entre los dos investigados, esta persona comunicó al magistrado que su impresión parecía superar los límites del trato profesional. «Tú ves la relación con él y parecen amigos», señaló.
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José Setién y Felipe Guerra aparecen como figuras clave en las diligencias de investigación que desarrolló el fiscal contra la Corrupción y Criminalidad Organizada, Javier Ródenas, y que se materializaron en la fase preprocesal que impulsa el Juzgado de Instrucción 2 de Las Palmas de Gran Canaria.
El esquema en el que basa su investigación la Fiscalía sitúa a ambos en el origen de las permutas de terrenos en Tamaraceite que fue motivo de la denuncia de la asociación Rehoyas Avanza. Desde ahí se produce una cascada de supuestas responsabilidades en Geursa. Y, luego, desde la figura del empresario, se ramifica la investigación al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por diferentes contratos y la existencia de una empresa común con el exjefe de Parques y Jardines.
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