Las Torres pide la dimisión de Carolina Darias
Vecinos afectados por la modificación del PGOU en el ámbito de la Nueva Ciudad Alta se concentraron en la mañana de este viernes en Santa Ana para volver a exigir a la alcaldesa y al edil de Urbanismo que no se toquen 127 de sus casas, apoyados por otros barrios capitalinos
Antonio Quintana no dudó en pedirse este viernes «un día de asuntos propios» para acudir a la concentración convocada por vecinos de Las Torres a las 10.30 horas en la plaza de Santa Ana, aprovechando la celebración del Pleno correspondiente al mes de julio, para hacerse oír y exigir que no se expropien 127 viviendas de este barrio capitalino. Y es que uno de esos hogares que aseguran se lleva por delante la modificación del PGOU en el ámbito de la Nueva Ciudad Alta que impulsa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es el que levantaron con mucho esfuerzo hace más de 40 años sus padres, Luis y Toñi.
«No se bajan del burro, pues arre burro», apuntaba sobre su decisión de seguir defendiendo una casa que es el fruto del trabajo y el sacrificio de sus progenitores ante la negativa de la alcaldesa y del edil de Urbanismo de suscribir un compromiso por escrito de que esas propiedades no se van a expropiar.
«Vamos a seguir hasta cuando ellos den su brazo a torcer», decía sobre la actitud que mantiene un barrio que no se resigna y que deja clara su intención de defender lo que considera legítimo, minutos antes del inicio de una manifestación que arrancó sobre el horario previsto y respetando la exigencia de desarrollarse a «60 metros de las Casas Consistoriales», bajo el grito de 'Las casas de Las Torres no se tocan'.
Así, a lo largo de una hora, algo más de un centenar de personas escenificó su rechazo a una modificación del planeamiento que entienden esconde «un pelotazo urbanístico». Pues afirman que prevé la desaparición de casas que llevan más de cuatro décadas en Las Torres para dar paso a espacios libres de los que se van a beneficiar futuras construcciones.
Algo que no están dispuestos a consentir. Por eso, con un fondo de pitos, cencerros, sartenes y hasta un bucio, los afectados lanzaron consignas contra un gobierno local que dijeron que no les representa y pidieron a la alcaldesa, como su máxima responsable, que se fuera.
«Carolina dimisión», se repitió de manera continuada por parte de unos ciudadanos que también reclamaron la salida del concejal de Urbanismo, Mauricio Roque.
«Esto no va a parar», exponía Juan Angulo, presidente de la asociación de vecinos Las Torres Altas al tiempo que señalaba que «la gente cada vez se anima más y cada vez con más ganas de luchar, y vamos a seguir hasta las últimas consecuencias».
«Esto hay que derrotarlo porque esto lo tienen que parar. Lo mismo que nos ha costado construir nuestras casas, vamos a estar luchando para tumbar esto», señalaba sobre la convicción que hay en el barrio de seguir en brega hasta lograr el objetivo.
Los manifestantes estuvieron apoyados por residentes y asociaciones vecinales de otros barrios de la ciudad que comparten su preocupación y entiende su lucha.
«Vengo a apoyar a los vecinos porque estoy cerca y creo que esto también me podría pasar a mí y quiero ayudar», comentaba Juana Isabel Segura, vecina de Barrio Atlántico, mientras sujetaba una de las pancartas en las que se solicitaba a la alcaldesa que rectifique.
En el caso de Angélica Almeida es la defensa de la casa de su hermana la que la llevaba a participar con sus hijos en la protesta. «Ella está enferma y ahora que es cuando más tranquila debería estar en su casa, pasa esto», exponía.
Señala también «la impotencia» que sentía por una situación que considera injusta para los residentes en Las Torres. «No se merecen esto los vecinos porque es un barrio que se ha hecho con mucho esfuerzo», lamentaba.
Ramón Montesinos, presidente de la asociación Batán San Roque, también quiso estar presente y respaldar una concentración que aseguraba no es ajena a otros barrios. «La mayoría de las asociaciones que estamos aquí es porque mañana nos puede tocar a nosotros. Y es que, por ejemplo, El Batán está totalmente abandonado y el plan de rehabilitación sigue sin aplicarse», denunciaba.
«Mañana podemos ser nosotros porque están haciendo lo que les da la gana, de forma unilateral, no cuentan con nadie», manifestaba en el mismo sentido Miguel Pérez, presidente de La Ballena-Barrio Atlántico, que igualmente acudió en apoyo de Las Torres.
David Rodríguez, de la Asociación Vecinal Siete Palmas, explicaba por su parte que «el problema va más allá de las 127 viviendas de Las Torres», pues «el nuevo plan de ordenación afecta a Siete Palmas y Barrio Atlántico pues nos van a meter 50.000 personas con las mismas infraestructuras y los mismos servicios».
Antes de concluir la protestas, sobre las 11.30 horas, los convocantes reclamaron a Darias y Roque que rectificaran. «Paren esto», demandaron. Y avanzaron que «esto va seguir hasta que no se cambie este Plan General» y que se están organizando con otros barrios para celebrar una gran manifestación en septiembre por el abandono que, aseguran, sufren estos núcleos.
«Se acabó el miedo en los barrios, vamos a salir a la calle», anunciaron y garantizaron que «esto lo vamos a ganar».
Noticias relacionadas