Las Torres lleva a Las Canteras su protesta por las expropiaciones
Los vecinos que denuncian que la modificación del PGOU que impulsa el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en el ámbito de la nueva Ciudad Alta se lleva por delante 127 casas del barrio, manifestaron este sábado su rechazo en la playa capitalina
A las 18.18 horas de este sábado, unos minutos después de lo fijado, arrancó en el entorno del Auditorio Alfredo Kraus la manifestación convocada por los vecinos de Las Torres contra lo que consideran «un pelotazo urbanístico» del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, ya que denuncian que la modificación del PGOU que impulsa el gobierno local en el ámbito de la Nueva Ciudad Alta implica la expropiación de 127 casas del barrio.
La comitiva reivindicativa partió rumbo a La Puntilla al grito de 'Las casas de Las Torres no se tocan' y portando pancartas en las que se reflejaban las demandas de unos afectados que se vieron respaldados con la presencia de colectivos y ciudadanos de barrios que entienden que también pueden verse perjudicados y se oponen a la modificación del planteamiento, como Siete Palmas, Barrio Atlántico o Reina Mercedes. Pero también por otras muchas personas de diferentes puntos de la ciudad como Guanarteme, La Isleta, Marzagán o El Polvorín, entre otros, que ven legítima su exigencia de conservar sus hogares.
Los residentes afectados, que presentaron 296 alegaciones al documento de evaluación ambiental, saben que el paso siguiente es la redacción de la ordenación, y por eso quieren que antes de llegar a ese punto el Ayuntamiento les garantice que sus viviendas están a salvo.
Las palabras del concejal de Urbanismo, Mauricio Roque, llamando esta semana a la tranquilidad no convencen a los vecinos, pues reconoció que habrá expropiaciones aunque no se pronunció sobre el número y sólo apuntó que serán las mínimas posibles. Algo que lejos de calmar ha incrementado la inquietud en Las Torres, que quiere un compromiso por escrito de que no tienen nada que temer.
Eso al menos es lo que exige Lali Betacor, que lleva más de 60 años en Las Torres y tiene miedo de perder ahora «la casa que construyeron mis padres».
Por eso dice que no dudó en hacérselo saber a la propia alcaldesa Carolina Darias «en la puerta del Ayuntamiento y cuando bajó la Virgen del Pino», que coincidieron en Tamaraceite. «Me dijo que no me preocupara que eso no sería, pero yo le dije que me lo firmara primero porque las palabras se las lleva el viento», expone.
Asegura que todo este asunto lo lleva «mal» porque «esta señora, por sus especulaciones, quiere quitarnos la vivienda cuando ella no sabía ni dónde quedaba Las Torres, ni se preocupó nunca por llevarnos algo».
El paseo de la principal playa capitalina fue testigo de la reivindicación de unos vecinos que defienden unas viviendas que se levantaron con el esfuerzo de familias como la de Antonio Quintana, que relata el esfuerzo que hicieron sus padres, Luis Quintana y Toñi Cruz, por levantar siendo muy jóvenes la que la ha sido su casa familiar «durante más de 40 años».
El propio Luis Quintana, natural de Tejeda, comenta que conoció a su mujer «en Las Torres con 14 años y a los 17 empezamos a comprar el solar, íbamos los dos todos los meses a pagarle al duelo 1.500 pesetas y luego empezamos a fabricar, en la calle Berrazal, cuando solo había un edificio, y que ahora es la zona que quieren expropiar para hacer zonas verdes», apunta sin ocultar el esfuerzo que supuso crear este hogar. «Todos los años juntábamos dinero y hacíamos un cosita, poquito a poquito».
Tampoco Ana Sánchez se resigna a perder la vivienda del callejón de Mimosa en la que ha vivido los 55 años de vida que tiene. «Ellos ven suelo y nosotros vemos hogares», sentencia sobre una modificación de la ordenación que pesa sobre sus cabezas.
«¿Después nosotros dónde vamos?», dice al tiempo que lamenta que «tú tienes tu casa y parece que estás tranquila. Pero no, o se la lleva el banco o se la lleva el gobierno, en este vaso el Ayuntamiento».
Recuerda que no se trata de «casas viejas, son casas de varias plantas en las que hemos invertido muchos dinero». «Yo el mes pasado me gasté 12.000 euros en arreglar la cocina», pone como ejemplo. «¿Dónde vamos ahora, a empezar de cero?», plantea.
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Rosa Mendoza y su hijo José Antonio Ramos no están afectados por las expropiaciones pero llevan 55 años en Las Torres y participan en la manifestación para apoyar a los que son sus vecinos desde «hace 55 años». «Me duele porque los aprecio y no entiendo que hagan esto», señala Rosa.
A las 20.10 horas, tras casi dos de camino, la comitiva llegó a La Puntilla, donde Juan Angulo, presidente de la asociación de vecinos Las Torres Altas, informó a los presentes de que el próximo jueves 17 acudirá, junto a las personas que asesoran a los afectados en materia legal y urbanística, a una reunión técnica con la alcaldesa y el edil de Urbanismo. Algo que se había solicitado hasta en cuatro escritos.