Policías y bomberos reestructurarán los turnos en un intento de volver a la paz social

Aunque se ha establecido un principio de acuerdo, no será hasta la asamblea del jueves cuando se decida si se mantienen las medidas de presión, en especial la negativa a reforzar turnos, que está teniendo como consecuencia principal que los parques de bomberos de la ciudad estén bajo mínimos.

El edil de Seguridad indicó que «con esto se da por zanjado el principio de conflicto que teníamos en ambos cuerpos, poniendo a prueba un turno que puede permitir a los policías mejorar sus condiciones para conciliar su vida familiar y profesional».

Respecto a bomberos, «acordamos un sistema de cambio de guardias que venía siendo reclamado desde hace años y que facilita también una mejor organización del personal».

El portavoz de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB), Víctor García, detalló que pondrá en práctica, como prueba piloto, lo que se llaman turnos 3-1. Esto supone que se trabaja tres semanas (cinco, cinco y siete días hábiles) y luego se libra una semana (cinco días hábiles).

Además, se amplía una hora en verano y media hora en los turnos del resto del año.

Esta medida se aplicará a las unidades operativas -los patrulleros- y debería mejorar la organización.

García también indicó que se aplicará una modificación de la relación de puestos que garantiza un complemento específico de dificultad técnica, que supone 50 euros brutos adicionales. Y que se les informó de la situación de los contratos de los diferentes equipos y materiales.

Además se va a valorar la posibilidad de fijar una hora extra diferente para los eventos. Y se creará un complemento de refuerzo.

El portavoz de USPB aseguró que «lo que pedimos es que se concreten estas medidas porque la desconfianza es muy grande».

También pasa esto en Bomberos. Daniel Ojeda, de USPB, destacó la aplicación de una unidad de refuerzo operativo, a partir de 2023, para cubrir los grandes eventos y que siempre se cuente con efectivos suficientes para cubrir los eventos más importantes.

Además, se elaborará una instrucción de los cambios de guardia. «Ahora, cuando no se dan permiso, cubrimos a los compañeros para que puedan librar», indicó Ojeda, «con la instrucción, se conseguirá que esto no dependa del libre albedrío».

Otro de los objetivos que se quiere conseguir es el de la devolución de la estancia de convivencia, que se perdió hace tres años. Se trata de una habitación que había junto a la centralita del parque de Miller y que servía como punto de reunión. En principio se transformó en una sala de crisis, pero los agentes dicen que apenas tiene uso.

Por su parte, Víctor Monzón, de CC OO, añadió que habrá que esperar ahora a que se cumplan las promesas hechas por el grupo de gobierno. «El problema es el clima laboral que tenemos, somos poco bomberos, tenemos una edad media avanzada y el trato que recibimos de algunos mandos no es el más adecuado», indicó, «además, todavía quedan pendientes la renovación de equipos y las obras del parque central».

Las horas extras que se debían a los dos cuerpos ya fueron abonadas en una nominilla.