Un año que deja «muchos kilómetros en vacío»
Transporte. Un día como hoy de 2020 se detectó el primer caso de covid en Canarias. Una pandemia que ha sacudido todos los sectores y de la que no ha escapado el taxi en la capital grancanaria
REBECA DÍAZ GONZÁLEZ
Sábado, 30 de enero 2021
El 31 de enero de 2020 se detectó el primer caso de Covid-19 en España. Fue en la isla de La Gomera y desde entonces la pandemia que ha generado ha condicionado todos los aspectos de la vida familiar, social y laboral del planeta. Las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias para tratar de frenar la expansión del virus ha afectado el desarrollo de todo tipo de actividades y el sector del transporte público lo ha sufrido de primera mano, pues las limitaciones de movimiento que llegaron con el confinamiento y las posteriores fases de la desescalada y las restricciones de aforos se ha traducido en una reducción considerable de sus ingresos.
En el caso concreto de Las Palmas de Gran Canaria estos 12 meses transcurridos dejan en el sector del taxi «muchos kilómetros en vacío», como señala Pepe Juan Acosta, presidente de la Cooperativa San Cristóbal, una entidad que registra 700 socios.
«Enero y febrero del año pasado se trabajó bien, más o menos, pero en marzo viene esto y estuvimos trabajando al 30%. Luego al 50% hasta el 27 de noviembre, cuando confiabábamos en poder pasar al 66% de la flota operativa en la calle de cara a la Navidad», añade. Sin embargo, ese día llegó la respuesta al recurso interpuesto por la asociación Asprotac contra las restricciones del servicio establecidas por el Consistorio en forma de suspensión cautelar decretada por el juzgado.
Por lo que ahora la totalidad de la flota capitalina, esto es 1.598 licencias, se encuentran trabajando al mismo tiempo. Una sobreoferta que se traduce en muchas horas de trabajo para poca recaudación y que llevó a buena parte del sector a protagonizar este viernes un paro de cuatro horas por la mañana para exigir celeridad al Ayuntamiento para incluir la regulación del servicio en la ordenanza municipal y acabar con la «situación limite, al borde del abismo que viven muchos compañero», como explicó Ramón Almeida, presidente de Autaxi-GC, entidad que convocó esta acción reivindicativa que se acompañó con una caravana de vehículos que se dirigió a las Oficinas Municipales y una protesta ante las Casas Consistoriales, en la plaza de Santa Ana, aprovechando que ese día se celebraba el pleno ordinario correspondiente al mes de enero.
Así las cosas, Acosta señala que la realidad es que este último año «hemos trabajado 120 días reales de los 365». Una situación que ha llevado «a compañeros a retirar la empresa, ha mandado al asalariado al ERTE total y los coches los tienen guardados».
Añade que estas circunstancias son las que han propiciado un descenso considerable en la recaudación, situándose en «menos del 50%», pues se han hecho «muchos kilómetros en vacío».
Además, asegura, que los taxistas «están desmotivados a la hora de ir a trabajar» y la oferta excesiva que ahora mismo hay en la calle hace surgir «muchos nervios entre unos y otros» y «adelantamientos en las paradas donde hay peleas porque están llenas». Y es que señala que la falta de trabajo ha repercutido «en ese compañerismo que existía y ya no hay hoy en día».
Apunta que la situación, tal y como está ahora, obliga «a trabajar al 50%» de la flota, porque «la pandemia lo ha cambiado todo».
Y recuerda que si bien hace «dos años hubo una consulta» sobre la regulación de los días libres en la que el sector se pronunció en contra, ahora la situación es otra. «Estamos en guerra y hay que cambiar y por eso el sentir de todos mis socios ha sido el de vamos a parar y trabajar al 50%», subraya.
Precisamente este cambio derivado de la crisis sanitaria es el que ha llevado a trabajadoras como Lucía Lorenzo, titular de la licencia 1.036, a variar su opinión respecto a la regulación de los días libres. Explica que en la consulta que se hizo en 2018 «voté que no», como la mayoría de sus compañeros, porque eran otras las circunstancias, «pero la pandemia lo ha cambiado todo».
Por eso acudió a la concentración convocada en Siete Palmas el viernes y confía en que desde el Ayuntamiento se atienda la solicitud del sector. «Queremos que nos regulen», dice abiertamente porque considera que el paso de operar el 50% de las licencias a la totalidad de la flota se traduce en que «no hay trabajo para todos». Una opinión que asegura comparte «la mayoría del sector» en la capital grancanaria.
Dice que «ahora empieza la pandemia económica» y confiesa que el año 2020 «ha sido muy duro, difícil, con muchos restricciones, muchos cambios».
Pese a todo, comenta, «hemos escapado y seguido para adelante, como todos los sectores». Y recuerda que el taxi «vive mucho del turismo, del público, de la gente que va a los hoteles a trabajar, y si ellos no trabajan, nosotros nos vamos quedando sin trabajo también. Esto es una cadena».
María Elena López también confiesa que el 2020 ha sido «un año en el que hemos estado sobreviviendo». Pero la titular de la licencia 954 habla de que hay una «necesidad inminente de que nos regulemos, porque en Las Palmas de Gran Canaria no podemos estar trabajando los 1.600 coches, porque matemáticamente eso es inviable, no hay cliente para tanto coche».
«Si lo apoyaba antes, ahora más» añade al señalar que en estos momentos hay que hacer «de 12 horas para arriba para cubrir gastos y llevarte algo para casa, pero eso no se puede hacer todos los días».