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Carril bici por la gasolinera de Vegueta

Carril bici por la gasolinera de Vegueta

La estación de servicio de Eufemiano Jurado se vio obligada a cerrar un surtidor por el paso de la vía exclusiva de ciclistas. Los gestores del negocio cifran las pérdidas en un 25%. Desde el Ayuntamiento se asegura que se mantendrá de modo provisional porque la gasolinera tiene que irse a otro lugar

Jueves, 1 de enero 1970

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La implantación del carril bici en la ciudad fuerza la convivencia entre el peatón, la bicicleta y el coche. Pero en pocos puntos como en el giro de Eufemiano Jurado y Reyes Católicos. En este paso, la senda ciclista atraviesa la estación de servicio de Disa que explota la cooperativa de productores taxistas de Las Palmas, que se queja de que «nos obligaron a cerrar un surtidor para que pudiera pasar el carril bici».

«Nos hicieron anular un surtidor que era muy importante para esta gasolinera porque muchos conductores optaban por repostar ahí para luego dirigirse hacia Reyes Católicos», prosiguieron las mismas fuentes, «ya que de otra forma, hay que subir hasta San José para dar la vuelta».

Según sus cálculos, el cierre ha provocado unas pérdidas del 25% del negocio. La cooperativa de taxistas lleva veinticinco años al frente de esta estación de servicio.

Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se aseguró ayer que el carril se había diseñado contando con el compromiso de que la gasolinera se trasladaría a otro punto de la ciudad, pero que la mudanza se ha ido retrasando. «No tiene que haber una gasolinera porque el acuerdo con Disa es que se la lleve de ahí», explicó un portavoz del grupo de gobierno, «han pedido tiempo para mudarse». Por eso, para no frenar sine die la implantación del carril bici, se exigió a la gasolinera que no suministrase combustible desde el surtidor de Reyes Católicos.

La intención del Consistorio es construir una plaza en el lugar donde ahora está la gasolinera.

Implantación apresurada

Por su parte, el presidente de la Federación de Importadores y Distribuidores de Automóviles de Canarias (Fredica), Rafael Pombriego, definió como «pura estrategia electoralista, la instalación totalmente apresurada que está realizando el Ayuntamiento de la capital grancanaria de los carriles reservados para las bicicletas».

Para el presidente de los importadores de automóviles, «resultan ridículas las prisas con que los actuales mandatarios de la capital grancanaria tratan de concluir la implementación de los carriles de bicicletas en la ciudad al solo objeto de tenerlo preparado para venderlo como un logro ante los electores de cara a la próxima e inminente cita electoral municipal», recoge una nota de prensa.

«Al margen de la viabilidad práctica de estos carriles, que están teniendo y tendrán un uso mínimo, su instalación, aparte de perjudicar el desarrollo normal de tráfico estos días, se está realizando con materiales de pésima calidad, además con unas dimensiones y un colorido que parece estar más dirigido a llamar la atención que a ser una alternativa para los ciudadanos».

Para el presidente de los importadores de automóviles, «la instalación precipitada de estos carriles bici se está realizando con denuncias de vecinos y taxistas entre otros colectivos, que han criticado la forma en la que el Ayuntamiento ha impuesto estos carriles, eliminado aparcamientos o carriles fundamentales para la circulación». En su opinión, se trata de una escenificación que recuerda un bienvenido Mr. Marshall en modo electoral.

«El sector del automóvil no se opone al desarrollo de los carriles para bicicletas, pero se está haciendo más por satisfacer intereses electoralistas que por dar alternativas reales y eficientes a los potenciales usuarios», culminó, «se está ignorando la búsqueda de fórmulas compatibles para todos los ciudadanos, de modo que la alternativa para unos pocos no suponga molestias y sacrificios para la mayoría».

«Tenemos sensación de impotencia, de rabia y de aislamiento», asegura Gustavo Hernández, director de Pizquito, una escuela infantil que lleva 29 años en la calle Cano. Apunta que al igual que las Dominicas se sienten perjudicados por la implantación del carril bici en la calle Malteses, ya que en estos momentos cuentan con «140 alumnos de 0 a 3 años» que «tienen que venir de la mano de sus padres» al centro e incluso «en cochecito», en el caso de los bebés. Señala que ya ha solicitado junto a la directora del centro vecino «una reunión con el concejal a través de la asociación de empresarios» pues considera que han sufrido un «atropello». Así, expone que «nadie habló con nosotros» y que «un día cogieron, pusieron vallas, quitaron los coches y se pusieron a pintar» el carril bici. Hernández dice que «ahora mismo te ves encerrado» y pide unas zonas «besa y baja como las de Ciudad Jardín». El Ayuntamiento informó este martes que pondrá una zona besa y baja en la Alameda de Colón, donde antes paraban la 2 y la 3, y que son 20 las plazas que se han eliminado en Malteses.

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