El Ayuntamiento rechaza que se almacene alimentos en los centros cívicos municipales

El concejal de Participación Ciudadana, Prisco Navarro, manifestó este martes el rechazo del grupo municipal de gobierno a que el reparto de alimentos que realizan algunas asociaciones vecinales y sociales tenga como base las instalaciones municipales, a pesar de que en muchas ocasiones es el propio Ayuntamiento el que deriva a los beneficiarios de esta labor asistencial a estos recursos. «Los locales sociales y los centros cívicos no pueden servir de almacén porque resta espacio a las actividades y a los colectivos que quieren utilizar esos espacios», dijo, «únicamente ante una situación excepcional, hemos ofrecido una serie de alternativas, y una de ellas era que se siguiese haciendo de forma puntual en el exterior, aunque no nos gusta porque hay que evitar estigmatizar a las personas vulnerables que acuden» al reparto.

De hecho, el borrador del nuevo reglamento de locales sociales y centros cívicos impedirá el almacenamiento de productos alimenticios. «No son almacenes y, por tanto, no están habilitados ni preparados para almacenar alimentos», señaló.

El edil hizo estas declaraciones en una comparecencia que se celebró en las oficinas municipales a propuesta del Partido Popular en relación al cierre de locales sociales en los que realizan su actividad entidades de reparto. Hay que recordar que se han producido problemas en la distribución de comida por este motivo en barrios como Zárate, Las Torres o Don Zoilo.

Navarro desligó esta postura del hecho de que el Ayuntamiento haya procedido a cambiar cerraduras en algunos centros municipales. Y atribuyó la respuesta consistorial a robos sin fuerza, cambios de cerradura sin autorización municipal, pérdida de llaves o el incumplimiento de las normas de uso de los centros. «En ningún caso, el cambio de cerradura ha tenido que ver con que se estuviera realizando reparto de alimentos», constató.

Y recordó que el cierre de los locales se ha basado en los decretos del Gobierno de Canarias, como medida para evitar la propagación del coronavirus.

El edil de Participación Ciudadana aclaró que el número de entidades que ha solicitado autorización para repartir alimentos es muy bajo. «Ante la imposibilidad de usar los locales sociales, se han ofrecido diversas alternativas puntuales a estas entidades para que pudieran desarrollar su actividad, como llevarla a cabo en la sede de la Concejalía de Distrito, en la de Protección Civil o al aire libre, cosa con la que no estamos de acuerdo por no estigmatizar a las personas que acuden a recogerlo».

Para el concejal del PP Ignacio Guerra, con esta actitud, el gobierno municipal «está dando la espalda a las entidades de reparto y a la ciudadanía que pasa por el momento más complicado». Cree el edil que la ciudad se ha convertido en «el epicentro de la pobreza en Canarias» y criticó que el Ayuntamiento haya interrumpido el reparto de tarjetas para financiar compras en supermercados desde diciembre.

Para la portavoz de Ciudadanos, Lidia Cáceres, el planteamiento del tripartito «está alejado de la realidad» que se vive en la ciudad a causa de la pandemia.

El edil de Coalición Canaria-Unidos por Gran Canaria, David Suárez, pidió al grupo municipal de gobierno que buscara una solución, «reculen y abran los locales de reparto de alimentos porque la gente sigue recogiendo los productos en la calle».

También elevó el tono de la crítica la concejala no adscrita Carmen Guerra, quien responsabilizó al alcalde, Augusto Hidalgo, de que el servicio no se preste. «La gente está yendo a coger la caja de leche o el bote de azúcar a la plaza pública», le espetó.

Por su parte, la otra concejala no adscrita, Beatriz Correas, recordó que uno de los mayores problemas que se encuentran las entidades de reparto de alimentos es la falta de ayuda para costear el transporte hasta los locales de distribución.