Dunas de Maspalomas: la maravilla que casi nadie respeta y nadie vigila
Cada atardecer, decenas de personas pasan por alto las indicaciones de la cartelería y transitan por la zona para ver la puesta de sol
La estampa se repite prácticamente a diario: decenas de personas invaden las dunas de Maspalomas, haciendo caso omiso a los avisos de la cartelería que señala que está prohibido, y buscan un lugar donde ver y fotografiar la puesta de sol.
Especialmente llamativo es lo que ocurre en el mirador junto al hotel de Riu: a pesar de que hay un espacio habilitado para observar las dunas y unas cuerdas que delimitan por dónde no se puede transitar, muchos se lo saltan y caminan cientos de metros hasta que encuentran la duna que le parece más apropiada para la foto de turno.
Todo ello ocurre sin que haya vigilancia alguna, ni por parte del Cabildo ni del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
El Cabildo anunció recientemente medidas adicionales para frenar la presión sobre esta Reserva Natural Especial, que es la más visitada de Gran Canaria. Se trata de la implantación de un sistema de señalización digital con códigos QR, la instalación de sensores para monitorizar la afluencia turística y el control medioambiental de la laguna y la colocación de pantallas de información en zonas estratégicas para la difusión de información turística y sensibilización ambiental.
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