Caminito de Belén sin salir de la isla

Un año más la capital y municipios del norte como Moya, Arucas y Gáldar copan la oferta de pesebres, aunque también es verdad que estas Navidades los amantes del belenismo echarán de menos algunas bajas significativas, como los esperados nacimientos de Aridane Betancor en Moya, Antonio Sánchez en Bañaderos (Arucas), el de Lorenzo Rodríguez, en La Milagrosa, en la capital, o el de Pepín Santana, en el Valle de Agaete. Hace ya unos años que cerró sus puertas otro histórico, el del Museo de Piedra de Ingenio, el mayor de la isla.

En cambio, inasequible al desaliento, y hasta con más fuerza y presencia que nunca, Fernando Benítez, el belenista con más cartel de Gran Canaria, despliega su maestría por más nacimientos incluso que en ediciones anteriores. A su inventiva se deben los expuestos en San Telmo, la fachada del Cabildo, el Ayuntamiento, Castillo de Mata, la sede de Ciudad Alta, el Hiperdino de Miller Bajo (un homenaje a los pueblos afectados por los incendios) y el centro comercial El Muelle, todos en la capital, el de la Casa de la Cultura de Moya, el del centro comercial Vecindario, y el municipal de Santa Brígida, que este año lo mudó de sitio, de la puerta del Ayuntamiento a la calle Tenderete. Otro fiel, un gran divulgador que sigue regalando, generoso, su sabiduría belenística es Vicente Díaz, que este año ha montado el nacimiento padroniano (por Antonio Padrón) de la casa museo de este pintor en Gáldar, donde además ejerce de comisario de una muestra, en esta misma sede, de 48 misterios de 6 coleccionistas distintos, algunos de Tenerife, y también ha confeccionado su coqueto belén de Radio Gáldar.

Entre los referentes siguen estando el nacimiento canario de Pepito Sánchez en Telde, el más antiguo de la isla, con 52 años, aunque en las últimas ediciones lo monta su sobrino José Miguel Velázquez; el de arena de Las Canteras; el de las Casas Consistoriales de Gáldar, obra de José Luis Tacoronte; el municipal de Arucas, creado por Jorge Guzmán (en la oficina de Turismo); el de la iglesia de San Antonio, en Mogán; el de la del Cruce de Arinaga, de Dámaso Suárez; el que todos los años monta San Juan de Dios, en El Lasso; y el de la Asociación de Belenistas Canarios Lo Divino, que este año se trasladó de su sede de Vegueta a El Corte Inglés de Mesa y López. Y luego los hay que vienen empujando con decisión, como Ignacio Maya, en la Casa Saturninita, de la calle Artenara, en San Bartolomé de Tirajana.

En casas particulares. Se castigan en Navidad para que la gente vea sus belenes. Ciona Almeida en Carretería, y José Luis Díaz, y su singular nacimiento de barro, en San Fernando, ambos en Moya, merecen una visita. Y un homenaje. Tampoco ha de perderse el de la biblioteca de Arucas, del siempre original Domingo Pérez; el municipal de Agaete, hecho por Antonio García, y el de Pedro Armas y Julia González del Palacete Rodríguez Quegles, en la capital.