La Aldea confía en reponer el servicio de agua de abasto entre este miércoles y el jueves

Carmelo Santana, gerente del Consejo Insular de Aguas (CIA), que depende del Cabildo, apunta que dos de las seis tomas de agua de las que se nutre la planta desaladora aldeana ya están en condiciones de operar, por lo que confía en que se puedan cumplir las previsiones y que a partir de uno o dos días se retome el servicio de abasto en La Aldea.

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, informó este martes de que todos los operarios del CIA están desplazados estos días a La Aldea para agilizar cuanto antes los trabajos. No en vano, es el CIA el que gestiona la desaladora.

Mientras tanto se consigue ese objetivo, La Aldea trata de arreglar también las tuberías con las que, a su vez, distribuye por todo el municipio el agua que le suministra la desaladora. Hermine le destrozó unas cuantas. Las restituye para que, en lo que se arregla la planta, La Aldea abastezca al pueblo con el agua que tiene en reserva en los depósitos reguladores, el de Cuermeja para la parte baja, y los de El Pinillo y Los Peñones para la parte alta.

Ya este lunes, y según publicó el Ayuntamiento en sus redes sociales, se reparó una de las arterias principales de la red de abasto público, la que suministra a un importante número de población.

Sobre las 17.30 horas de ese día, del lunes, se reanudó el servicio en las zonas de El Pinillo, Molino de Agua, Cercadillos, Castañeta, casco urbano, Barranco Santo, La Cardonera (aún falta un ramal por el barranco que está al lado de la cancha), Molino de Viento, Los Llanos, Los Cardones, El Polvorín, Los Llanillo y la zona alta de la Hoya del Viejo.

Y este martes se continuó trabajando y se logró abastecer a los barrios de Los Pasitos, La Cruz y El Hoyo. También se restableció para El Granillar, Artejévez y Golladita de Gómez, ya que se vio afectada la red que cruza el barranco de El Hoyo a Tocodomán.

Con todo, no es la suspensión del servicio del agua de abasto el único problema que le dejó Hermine a los aldeanos. El Ayuntamiento no ha parado estos días de arreglar carreteras y caminos y de auxiliar también a los vecinos que de la noche a la mañana vieron cómo la borrasca inundaba sus viviendas y garajes. No en vano, hubo varias zonas que se quedaron literalmente aisladas.

El alcalde se muestra muy precavido porque no quiere crear falsas expectativas, pero estima que el municipio tardará semanas en recuperar la normalidad. Aún no ha cerrado tampoco una cuantificación de los daños. Están recopilando datos para luego pedir colaboración. «Necesitaremos ayuda externa».