Una nueva valla protege la presencia de Roma en Lobos
arqueología ·
El Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo majorero actúa de manera preventiva, aunque es competencia de Costas puesto que el yacimiento del taller de púrpura está en dominio públicoEl Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo ha renovado el vallado que protege los trabajos arqueológicos del yacimiento Lobos I, que se ubica en la playa de la Calera o de La Concha de la Isla de Lobos y que presentaba cierto estado de deterioro. Se trata de una medida urgente para proteger no sólo el yacimiento, sino también a las personas, al tratarse de una zona de paso de visitantes, especialmente en época estival.
Desde el Servicio de Patrimonio Histórico se informa de que la protección de los yacimientos corresponde al propietario. En este caso, la Dirección General de Costas. Sin embargo, el Cabildo ha llevado a cabo esta medida urgente para salvaguardar el bienestar tanto de visitantes como del propio yacimiento. Asimismo, se ha colocado un cartel informativo alertando a los visitantes de la prohibición de transitar por la zona.
Cabe destacar que el yacimiento arqueológico en sí no ha sufrido ninguna afección, más allá de la arena, lo cual es normal al estar en zona de jable. No ha habido ningún tipo de afección grave, ya que el Cabildo instaló en su momento, esto es en el año 2016, una estructura que cubre el yacimiento.
El yacimiento de Lobos I se ubica al suroeste del Islote de Lobos. Los datos arqueológicos muestran la presencia de un taller de producción de púrpura de época romana, fechado entre el siglo I a.C y el I d.C. En el conchero y su entorno se han localizado materiales de manufactura romana, tanto cerámicas realizadas a torno, como piezas metálicas de bronce, hierro, plomo y líticas, relacionadas con la labor del proceso de púrpura.
Además, en otras áreas del yacimiento se registran objetos relacionados con la actividad doméstica, como cerámica de cocina y vajilla de mesa, así como espacios de combustión. La presencia estacional del Imperio romano fue confirmada, además, con el descubrimiento de un segundo yacimiento (Lobos II).
El pasado mes de noviembre, el Cabildo suscribió el convenio con Museos del Cabildo de Tenerife para dar continuidad a los trabajos.
Durante cuatro campañas arqueológicas, la duna siguió dando más y en el conchero y su entorno se localizaron más materiales de manufactura romana, tanto cerámicas realizadas a torno, como piezas metálicas de bronce, hierro, plomo y líticas, relacionadas con la labor del proceso de púrpura. Además, las sucesivas excavaciones fueron ampliando el área del yacimiento llamado Lobos I con objetos relacionados con la actividad doméstica, como cerámica de cocina y vajilla de mesa, así como espacios de combustión. Esta presencia estacional romana fue confirmada con el descubrimiento de un segundo llamado Lobos II.
En 2012, una pareja de turistas vio asomar, debajo de una duna que la lluvia había descubierto, restos de cerámica que no resultaron prehispánicos sino de una factura completamente distinta. El hallazgo casual extendió los limites del Imperio romano hasta Fuerteventura.