Afranio y Rosa tienen su «familia en la quinta planta»
Ambos pacientes son ejemplos de lesiones no traumáticas
O.R.S.
Las Palmas de Gran Canaria.
Lunes, 9 de noviembre 2020, 00:00
Afraino Trujillo Montilla, de 68 años, llegó de Cali, Colombia, a Gran Canaria con el propósito de trabajar con su hijo en el sector del yeso y mejorar su calidad de vida cuando comenzó a sentirse «mal, con unos dolores terribles» que, en un principio, los médicos del centro de salud de Vecindario achacaron a un cólico nefrítico. Estuvo solo trabajando un mes porque luego se sucedieron cinco visitas más al centro de salud y el ingreso en Urgencias del Insular donde finalmente le diagnosticaron, tras una cadena de pruebas, una infección en la columna que lo dejó tetrapléjico. «Me cogió de sorpresa. Había llegado hacía poco las islas para mejorar mi vida y me vuelvo a mi tierra con una lesión medular», dice Afraino.
«La verdad es que «i no hubiera contado con este excelente equipo de profesionales (refiriéndose al personal de la unidad de Lesionados Medulares del Insular) no se qué me habría pasado», cuenta. La próxima semana recibe el alta hospitalaria y su intención es volver a Cali junto a su mujer y su otra hija. «Necesito verlas y estar con ellas», señala el afectado, que dice no perder «la confianza en volver a caminar».
Rosa María Negrín Ravelo, de 51 años, es de Tagoror, Tenerife. La derivaron del Hospital universitario de Canarias al Insular en julio después de casi dos meses ingresada en el HUC tras ser operada de un infarto y de un trombo. Estar encamada tanto tiempo le provocó una inflamación en la médula que la dejó en una silla de ruedas, por lo que se la derivó a la Unidad de Lesionados Medulares del Insular para iniciar un proceso de rehabilitación que está dando sus frutos. Rosa ya «camina, aún con cierta torpeza -según dice- apoyada en las barandillas del gimnasio».
Las caídas han dejado en segundo plano los accidentes de tráfico, con un 35%, la mayoría motos y bicicletas
Si algo van a echar de menos ambos pacientes es a «esa otra familia que han encontrado en la unidad», señalan ambos. «A pesar de todo me he sentido como en mi propia casa», señala Rosa, una opinión que comparte Afraino que añade que «el trato ha sido excelente porque todo muy buenas personas».
José Luís Méndez, responsable de la citada unidad de Lesionados Medulares, recuerda que el perfil del lesionado medular ha cambiado con los años. Hasta 2003, era un paciente por traumatismos laborales y de tráfico, con una media de edad de 35 años, pero desde que entró en vigor el carné de conducir por puntos y se incrementaron las medidas de protección en el trabajo, un 55% de las lesiones se deben a caídas y la edad media ha ascendido a los 50 años.
Las caídas han dejado en segundo plano los accidentes de tráfico, con un 35%, la mayoría de moto y de bicicleta; seguidas de las zambullidas. «Muchas de las lesiones generalmente son golpes que se dan en las manos, en la cabeza cuando se tiran, planchazos», explica Méndez, que agrega que, en ocasiones, el impacto afecta a la columna cervical por un mecanismo de compresión o hiperflexión provocando lesiones de gravedad. En la mayoría de los casos las lesiones suelen asociarse a «comportamientos temerarios, desconocimiento del entorno y de la profundidad del agua y al consumo de alcohol o sustancias tóxicas». Además de las lesiones medulares traumáticas hay otras por causa médica como la infeccion de columna de Afraino o a causa de la intervención quirúrgica de Rosa María.