El próximo reto de la energía eólica: cómo reciclar 6.000 palas de aerogeneradores

Ahora estos molinos no mueven piedras, sino que dan energía. Tampoco están solo en la tierra de Alonso Quijano, sino que están por toda la geografía española e, incluso, se levantan sobre las profundidades marinas.

Gigantes de 25 metros de alto y con aspas que ocupan otras tantas decenas de metros para conseguir energía 'verde'. Una creación para descarbonizar la economía, pero que, por el momento, no tienen capacidad para darle una segunda vida. «El 92% de los aerogeneradores son reciclables», apunta Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). «El problema son las palas», añade.

Los brazos de los 'gigantes' del S.XXI ahora son de fibra de vidrio, de fibra de carbono y de resinas. Según datos de la AEE, España cuenta con un total de 21.419 aerogeneradores instalados en 1.265 parques eólicos, eso supone que hay montadas 64.257 palas. Una solución que permite cubrir el 21,9% de la demanda energética, cifras de la asociación en 2020, pero que se puede convertir en un problema ecológico si no se les da una segunda vida.

«Según nuestros cálculos, el 7 u 8% de aerogeneradores del parque eólico está al final de su vida útil». Retiro que llega a los 20 o 25 años de su instalación, aunque puede llegar antes por deterioro. «En la próxima década, hay muchos de ellos que van a perder eficiencia», señalan fuentes de Endesa. «Son equipos antiguos y se les tiene que dar una solución, porque la alternativa es el vertedero», apuntan.

A finales de 2021, una imagen reveló el fin del trayecto de estas palas de más de 20 metros.

«No, en España ni se entierran, ni se quedan por los siglos de los siglos en el vertedero», contrapone el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). «El vertedero es solo una estación de paso», añade.

A medida que la demanda de energía eólica aumenta, la fabricación de palas crece y también se expande la generación de residuos y más con la llegada del final de la vida útil de éstas. «No hay capacidad industrial para reciclar el número de palas que se van a poner encima de la mesa cuando se repotencien -actualicen- los aerogeneradores más antiguos», responde Virgilio. «Eso no quiere decir que no se reciclen», advierte. Pero, alerta que «vamos a tener toneladas de palas en 2025 que se van a reciclar y necesitamos capacidad industrial».

Con cerca de 100 metros de altura, los edificios de los nuevos molinos de viento están compuestos por acero, hierro fundido, fibra de vidrio, cobre, aluminio y el hormigón utilizado en las cimentaciones. «Cuando se repotencia el parque se cambia todo», explican desde Endesa. «Todos los componentes de la torre son reciclables», apunta Virgilio. «El problema está en las palas», añade.

Cerca de 6.000 palas de 20 metros de resinas, madera y fibra de vidrio, esta última es el problema: «no genera toxicidad, pero tiene difícil reciclaje», revelan fuentes de Endesa. «Hay diferentes aproximaciones al reciclaje que se vienen realizando desde hace tiempo», detalla Virgilio.

Una de ellas es el trabajo de Reciclalia, cuya tecnología permite triturar y separar la fibra de vidrio o de carbono de la pala del aerogenerador para que después pueda ser reutilizada. Una habilidad que le permitirá abrir más allá de 2023 junto con Endesa y PreZero la primera fábrica de reciclaje de palas eólicas en la Península Ibérica. «Esta planta permitirá impulsar la renovación de los parques eólicos generando así, de una manera más sostenible, un mayor volumen de energía verde. Además, avanzamos hacia la circularidad de las palas facilitando su reciclaje y evitando que se envíen a vertedero», señala Gonzalo Cañete, consejero delegado de PreZero en España y Portugal, en un comunicado.

Con una inversión de 8,5 millones de euros, la factoría, que estará situada en Cubillos del Sil (León), tiene como objetivo reciclar más de 6.000 toneladas al año de fibra de vidrio y carbono de los aerogeneradores, dando una segunda vida a los materiales de las palas aplicando criterios de economía circular. «No sólo queremos reciclar el material, queremos que sea circular y sirva para otros productos», revelan fuentes de Endesa.

El proyecto contempla la reutilización e incorporación de los materiales reciclados de fibra de vidrio, fibra de carbono y otros subproductos del proceso nuevamente en la industria, tanto eólica como de otros sectores que puedan demandar dichos compuestos.

Sin embargo, esta instalación no estará disponible hasta «finales de 2023», asegura Endesa. Mucho antes está disponible la tecnología R3FIBER del CSIC. Este proyecto consigue obtener fibras de carbono o de vidrio reutilizables.

Bajo su investigación, el equipo liderado por Félix Antonio López desarrolló una técnica que se basa en la trituración y tratamiento termoquímico de la pala de molinos de viento una vez que ya se ha reducido el tamaño. Con este proceso, el resultado es la obtención de fibra de vidrio lista para ser reutilizable. No obstante, por el momento, este trabajo no se ha planteado como una solución a nivel industrial.

Camino que también ha tomado Siemens Gamesa, pero con un objetivo más a largo plazo: 2040. Esa es la fecha que se han marcado desarrollar su primer generador 100% reciclable. Con el nombre de RecyclableBlade se trata, señalan, de «la primera pala de aerogenerador eólico reciclable del mundo, y lista para su uso comercial en el negocio eólico marino».

A la espera de la llegada de las grandes fábricas de reciclaje de palas de aerogeneradores, los parques que han sido repotenciados o arreglados «no han acabado en vertederos», asegura Juan Virgilio. «Muchas se han puesto en mercados de segunda mano».