'Surf cottage', el estilo decorativo de moda que convierte tu casa en una villa en la costa

Si quieres sentirte como si estuvieses veraneando en el sur de Francia o en alguna de esas cabañas de ensueño que solemos ver en las películas y series estadounidenses sin moverte de casa y con un presupuesto que se puede adaptar a todos los bolsillos, apunta esta nueva tendencia decorativa: el 'surf cottage decor', un estilo que fusiona el ambiente relajado de la vida en la costa –espacios luminosos, detalles playeros como los remos o los nudos marineros, los tonos azules...– con el encanto rústico de las construcciones de madera, en las que predominan los materiales naturales como el ratán, el bambú o el mimbre.

Un soplo de aire fresco que transformará la casa en una especie de oasis al borde del mar aunque vivamos en el centro de una gran ciudad y lo más cerca que estemos del agua sean las piscinas municipales. ¿Lo mejor? No se necesita hacer obras ni un gran desembolso económico. La clave de este estilo está, sobre todo, en los detalles.

Lo primero que debemos hacer para conseguir un estilo 'surf cottage' en nuestra vivienda es mantener los espacios lo más despejados posible para aumentar la sensación de amplitud. A veces esto implica retirar algunos muebles o cambiarlos de sitio. Unificar el color de la pintura de toda la casa también ayuda a lograr ese efecto de fluidez y frescura que busca esta tendencia, tan de moda este verano. «Lo ideal es que usemos un tono claro y neutro para las paredes –piedra, arena, 'beige'...– y blanco para los techos. De esta manera, conseguimos aligerar y aportar un extra de luz a toda la casa», explica la interiorista Natalia Zubizarreta.

Si tienes cortinas oscuras o confeccionadas con tejidos muy gruesos o pesados como puede ser el terciopelo, cámbialas por otras más claritas y de materiales ligeros para que dejen pasar la luz y no ahoguen la estancia. Lo mismo ocurre con las alfombras. Retira las de 'invierno' y sustitúyelas por otras de materiales más veraniegos como las fibras o el algodón. Recuerda que la idea es que parezca que estamos de vacaciones en la playa.

Además de la luminosidad del blanco y la calidez de la madera, la paleta de colores que caracteriza las casas de estilo 'surf cottage' se basa fundamentalmente en la gama de los azules y verdes marinos con algún que otro guiño al rojo coral o pequeños detalles en amarillo para los más atrevidos. Una combinación ganadora capaz de transformar un espacio neutro o sin un estilo definido en un refugio costero.

En este sentido, cojines, cortinas, pantallas, mantas, toallas o la ropa de cama son nuestros grandes aliados. «Los complementos textiles tienen mucho peso en el conjunto de la decoración. Las fundas de los cojines, por ejemplo, transforman por completo un ambiente. Además, al ser elementos pequeños podemos arriesgar con los colores y los estampados. Las posibilidades para combinarlos son infinitas», reconoce la interiorista Cristina Larrumbe, autora de '101 trucos para decorar' (Ed. Lunwerg). En este caso, se puede jugar con los motivos marineros como las rayas en diferentes anchos, dibujos de estrellas de mar, corales, nudos...

Bambú, rafia, mimbre, sisal, yute, ratán... Los materiales naturales también contribuyen a conseguir esas vibras de vacaciones en la costa que busca el estilo 'surf cottage'. Las interioristas recomiendan apostar por elementos que vistan la estancia y aporten ese extra de calidez de las fibras vegetales, pero sin invadir todo el espacio ni condicionar el resto de la decoración. En este caso, una muy buena opción sería colocar una lámpara colgante elaborada en uno de estos materiales sobre la mesa del comedor, por ejemplo. Marcos de fotos, espejos, bandejas, revisteros, cestas y maceteros son otros elementos donde también funcionan muy bien los materiales naturales.

Recurre a elementos decorativos que te ayuden a recrear una atmósfera que recuerde a las casas de la playa. Tablas de surf y remos de madera colgados en la pared o como cabeceros, cuadros con motivos marineros, redes, barcos, fotografías del mar, olas, paisajes, botellas de cristal del estilo de las damajuanas...

Otra fórmula para aportar un toque de color y llevar la naturaleza al interior de la vivienda es añadir plantas. Las naturales son, además, «unas excelentes compañeras para el verano, ya que también ayudan a refrescar el ambiente de la vivienda al funcionar como purificadores naturales». Si no quieres estar pendiente de sus cuidados, también puedes recurrir a las plantas artificiales, que cumplen una función meramente estética.