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Pisos para divorciados: cómo redistribuir el espacio para que los ex vivan en la misma casa sin verse

Pisos para divorciados: cómo redistribuir el espacio para que los ex vivan en la misma casa sin verse

«En el norte de Europa ya se contruyen promociones nuevas teniendo esto en cuenta, y a España llegará»

Martes, 15 de marzo 2022, 23:07

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Más de 80.000 parejas se separaron en España en 2020, último registro del Instituto Nacional de Estadística. Al margen del impacto emocional, el económico. «Un divorcio supone un crack para el bolsillo de toda la familia porque si hay hijos hay que pasar a mantener dos viviendas»... ¿O no? Es la propuesta del arquitecto Javier Ruiz Barbarin, que ya trabaja en varios proyectos de remodelación para habilitar en una misma casa dos espacios independientes para los ex y un tercer hueco para los menores. «En Noruega, Holanda o Suecia ya hay promotoras que hacen pisos nuevos con tres unidades diferenciadas: un pisito con cocina, salón, baño y habitación para uno de los cónyuges, otro igual para el otro y un espacio común con baño y tantas habitaciones como hijos haya. En España es incipiente aún, pero llegará».

¿De cuántos metros hablamos? Porque aquí vivimos en 80 o 90 metros... «Lo ideal son 150 metros o más. Hay pisos antiguos que son grandes y tiene dos puertas de acceso, porque antiguamente había una para el servicio. En estos casos, es más sencilla la reforma. También es mejor una casa unifamiliar a la que se le hace un nuevo acceso desde la calle si no lo tiene o un dúplex».

La idea, dice el arquitecto, es hacer «un traje a medida» para que los ex mantengan una vida separada del otro pero los hijos no acusen esa distancia. «Cada uno debe acceder a la estancia común de los hijos por su propia puerta y mejor si tienen llaves digitales o dobles puertas que funcionen como un sistema de exclusas que se cierren para que la independencia sea total. A la hora de hacer obra es fundamental incrementar el aislamiento para que no escuches a tu ex y que tampoco le veas por la ventana. Si es posible, hay que colocar contadores de luz y agua independientes», propone Ruiz Barbarin.

El arquitecto ya trabaja en casi una decena de proyectos de este tipo y acaba de terminar una reforma así en Madrid, un piso de 138 metros en el que vivía una pareja con tres hijos que se ha separado. «Como el piso tenía una segunda entrada fue sencillo. En la parte de la casa donde se ha quedado la madre dividimos el salón para sacar un dormitorio y en la parte del padre se hizo lo mismo, pero para habilitar una cocina. Era un piso antiguo con muchas habitaciones pequeñas y con una inversión de algo más de 30.000 euros se pudo dividir la casa en tres estancias».

Cocinas de metro y medio

– No parece sencillo meter en un piso dos cocinas, dos salones, tres baños y dormitorios para cada miembro de la familia.

– La clave es hacer estancias más pequeñas e unificar salón, cocina y comedor en un solo hueco. Y si uno de los ex no cocina mucho, por ejemplo, se puede colocar en su parte una cocina-armario de un metro y medio de anchura que además se cierra con puertas, de manera que esa cocina 'desaparece' para integrarse en el salón cuando no se cocina. Para hacer baños más pequeños se prescinde del bidé y de la bañera, se ponen puertas correderas que ocupan menos...», enumera soluciones el arquitecto.

Trabaja estrechamente con él en estos proyectos de reforma Paloma Abad Tejerina, presidenta de la Asociación Madrileña de Abogacia de Familia e Infancia, que aplaude esta 'moda' que viene del norte. «No significa que te cases pensando en divorciarte pero aquello de 'contigo, pan y cebolla', tampoco. En el caso de los niños, están ubicados porque no cambian de espacio físico y se ahorran los traslados, hacer malestas cada semana... Si el padre, por ejemplo, enferma cuando le toca estar con ellos, no hay tanto problema porque la madre está en la puerta de al lado. Y lo mismo si hay que ir corriendo al hospital con uno de los niños, ¿qué haces con el hermano, llevarle también? Pues no, se queda con su madre».

La abogada trata a diario con familias en proceso de separación a las que se les presenta, entre otros, este problema del piso. «Que los ex vivan en la misma casa en estancias separadas es una novedad y cuando se lo cuento todo el mundo se extraña. 'Pero, ¿eso es posible, eso existe?', me preguntan, porque les ahorra el problema de tener que mantener en solitario una vivienda terriblemente cara». No solo existe, sino que ya hay una sentencia de 2012 del Tribunal Supremo que autoriza la división de una vivienda en Madrid, tal como pedía el marido, que quería seguir viviendo en el mismo sitio que sus hijos. «Claro que también hay quien quiere bien lejos al ex...».

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