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Cómo puedes recortar en los gastos del día a día para hacer frente a la inflación

Cómo puedes recortar en los gastos del día a día para hacer frente a la inflación

Hacer la misma compra en el supermercado más caro y en el más barato de tu ciudad puede suponer hasta mil euros de diferencia al año

Jueves, 16 de mayo 2024, 23:23

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El 63% de los hogares españoles reconoce que tiene dificultades para llegar a fin de mes, tres de cada cuatro se declaran incapaces de ahorrar y uno de cada diez admite problemas económicos realmente graves, según las encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La continua pérdida de poder adquisitivo experimentada por las familias en los últimos años ha llevado a un importante número de hogares a tener que hacer encaje de bolillos para poder estirar al máximo su presupuesto. «Y aún así muchos viven con el agua al cuello. La pandemia, la guerra de Ucrania, la explosión de los precios de la energía, la subida de los tipos de interés, la inflación de los alimentos... Entre pitos y flautas, las economías familiares todavía no han recuperado el nivel de vida de hace seis años», lamentan en la Organizazación de Consumidores y Usuarios (OCU).

Con este panorama financiero, meter la tijera se antoja imprescindible. Pero, ¿dónde? ¿en qué se puede recortar para estirar un poco más el sueldo? ¿cuánto se puede llegar a ahorrar al año si le damos una pequeña vuelta a nuestros gastos del día a día? «Más de lo que pensamos», coinciden los expertos en economía doméstica.

«Para poner orden en nuestras finanzas es fundamental hacer primero un análisis racional de todos los gastos, incluidos los más pequeños. Por ejemplo, recortar la factura del teléfono diez euros al mes o dejar de tomar café en el bar de vez en cuando puede parece una minucia, pero una parte importante del ahorro resulta de ir sumando pequeñas cantidades. De hecho, el ahorro 'fino' es la única opción que les queda a las familias que ya tienen pagados los gastos más abultados para mejorar su economía», explican en la OCU. Estos son algunos de los gastos en los que se puede ahorrar un dinero considerable a nada que le demos una vuelta.

Luz y gas

Esta es una de las partidas en las que más se puede recortar sin ver mermada nuestra calidad de vida. «Reducir algún kilowatio de la potencia contratada en hora punta supone un ahorro aproximado de 30 euros anuales». Ponerse a rebuscar dónde podemos arañar unos euros no es plato de gusto y da mucha pereza, pero puede ser la diferencia entre pagar 40 euros al mes de gas a prácticamente el doble por lo mismo. En este momento, la tarifa más competitiva es la TUR (tarifa de último recurso), que no tiene nada que ver con los ingresos de la unidad familiar pese a que su nombre lleve a error.

En el caso de la electricidad, «la PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) vuelve a ser atractiva y no tiene competencia si el titular también es beneficiario del bono social. En cualquier caso, conviene consultar y comparar siempre la mejor opción porque la diferencia puede ser de hasta 587 euros al año para el mismo consumo», recuerdan en la OCU, basándose en sus propios estudios de mercado. Otra partida en la que se pueden ahorrar unos euros es en el servicio de mantenimiento anual de la caldera, que se puede reducir al mínimo obligatorio: una revisión cada dos años».

Banco

En este apartado, podemos recortar pequeños gastos suprimiendo, por ejemplo, «cualquier cuenta o tarjeta que nos cueste dinero o por la que nos cobran comisiones de mantenimiento. Ahora hay en el mercado tarjetas gratuitas que se pueden asociar a cualquier cuenta y encima ofrecen incentivos por su uso. Es decir, hacer las compras habituales con alguna de ellas puede suponer un reembolso de unos 200 euros al año para gastar libremente en lugar de tener que pagar 50 o 60 euros al año al banco solo por disponer de una tarjeta».

Alimentación

Este es un apartado en el que también se puede ahorrar mucho, «pero que requiere de una buena pensada porque no se trata de comer ni menos ni peor sino de seguir comiendo sano y bien. ¿Cómo? Cambiando, por ejemplo, el pescado fresco por el congelado que tiene exactamente los mismos nutrientes», proponen los expertos en economía doméstica. Hacer la misma compra en un supermercado o en otro puede suponer una diferencia media de unos mil euros anuales. Así que, una vez más, tenemos que dedicar tiempo a comparar los precios en diferentes establecimientos para sacarle el máximo partido a nuestro presupuesto.

Coche

Comprar y mantener un coche no es barato. De hecho, según las últimas encuestas de la OCU, es uno de los gastos a los que algunas familias directamente han renunciado o que reconocen que les resulta muy difícil de mantener. Ahora bien, si no se quiere o no se puede estar sin vehículo se pueden reducir gastos en partidas como el seguro, taller, combustible... En el caso de las aseguradoras, las diferencias son «abismales». El mismo seguro de coche (una póliza a terceros ampliada) cuesta 157 euros al año en una compañía y 536 en otra, según los datos de un análisis comparativo llevado a cabo por la OCU. «Y encima la más barata es mejor», revelan.

PLAN DE ATAQUE

  • Estudia tus gastos a fondo: «Toma nota de los gastos diarios (alimentación, transporte, cafés...) durante un mes y medio y súmalos. Para el caso de los gastos fijos mensuales (alquiler, hipoteca, préstamos, suministros, colegios, suscripciones...) y de los de periodicidad mayor (impuestos, seguros...) revisa todos los extractos bancarios mensuales durante un año completo. Calcula lo que suponen, divide la cantidad entre doce y el resultado lo añades al gasto mensual cotidiano para saber exactamente lo que gastas al mes», explican en la OCU.

  • Sepáralos en dos grupos: Ahora que ya tienes todos tus gastos delante, escribe en una columna los que son imprescindibles y en otra los que corresponden a bienes o servicio de los que podrías privarte.

  • Compara precios y recorta: Revisa qué posibilidades tienes de abaratar los gastos fijos, desde un préstamo a la factura de la luz o el seguro del hogar. Compara precios entre distintas empresas porque en estas partidas las posibilidades de ahorro son muy altas. «En el caso de las hipotecas, por ejemplo, cambiar a otra más barata puede ser una gran idea, ya sea renegociando con el banco una mejora (novación), mediante una subrogación (llevándote el préstamos a otra entidad) o cancelando la vieja y contratando otra totalmente de nuevas», plantean en la OCU.

  • Prescinde de lo superfluo: Valora si puedes prescindir temporalmente de algunos gastos sacrificables (coche, televisión de pago, seguro de decesos...) que podrías retomar una vez superado el periodo de vacas flacas.

  • Busca ventajas sociales y fiscales: Si se cumplen determinados requistos, se puede acceder a ventajas económicas: familia numerosa. discapacidad, dependencia, vulnerabilidad... «A veces no se pide el reconocimiento de una condición de a que derivan grandes ahorros por desconocimiento e incluso por pereza», alertan en la OCU.

Telefonía

Puedes empezar por suprimir el teléfono fijo o darte de baja en alguna de las plataformas que apenas utilizas. «Otra opción es renunciar a la fibra en la segunda residencia o incluso en la primera si no se usa demasiado. Puede que en determinados casos baste compartir los datos del móvil si se dispone de una tarifa con datos abundantes o ilimitados. Además, la diferencia de precio entre una tarifa corriente y una barata puede superar fácilmente los 100 euros al año. Por ejemplo, una persona con una línea móvil de 50GB podría ahorrarse 9 euros al mes y 108 al año si elige la tarifa más competitiva del mercado», precisan en la OCU.

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