Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
La carestía y la escasez de mano de obra también son un problema para las fábricas chinas. La caída de la natalidad y el aumento del bienestar de sus ciudadanos han hecho que los sueldos suban lo suficiente como para que muchas empresas se planteen la automatización de su producción. Eso explica que el gigante asiático sea, con diferencia, el país que más robots adquiere en el mundo. Un buen puñado de ellos están en las nuevas instalaciones de Xiaomi en Pekín, donde espera producir hasta diez millones de sus teléfonos móviles más avanzados sin apenas intervención humana.
El propio consejero delegado de la marca, Lei Jun, ha anunciado la puesta en marcha de la planta. «Hemos invertido 2.400 millones de yuanes (300 millones de euros) en esta fábrica de 81.000 metros cuadrados de la que saldrán los Mix Fold 4 y los Mix Flip -las apuestas de Xiaomi en el campo de los 'smartphones' plegables-», ha escrito Lei en X -antes Twitter-, subrayando que esta factoría se suma a la que han inaugurado este año para producir sus coches eléctricos, que también es de última generación.
La fábrica inteligente del distrito de Changping es la culminación de un proceso de modernización que arrancó en 2017, cuando Xiaomi -actualmente la cuarta marca más vendida del mundo con una cuota de mercado del 13,9%- decidió afianzar el salto del bajo coste a la innovación. «En 2019 construimos el primer laboratorio inteligente en Yizhuang, capaz de fabricar un millón de teléfonos al año», recuerda Lei.
Let me know in the comments what you're most curious about this Xiaomi Smart Factory. pic.twitter.com/5TU5ts9aMS
— Lei Jun (@leijun) July 8, 2024
Fue el embrión de la fábrica actual, que cuenta con once líneas de producción en las que todos los procesos clave están automatizados. Hasta el punto de que las instalaciones pueden operar a pleno rendimiento con las luces apagadas, mientras cada móvil va tomando forma en un camino de 260 pasos: en cada uno se añade un componente o se controla que todo vaya correctamente. El proceso concluye con un test integral realizado en una especie de armario capaz de probar hasta 2.400 móviles simultaneamente.
La presencia humana está restringida a una sala de control en la que los ingenieros supervisan la producción gracias a la plataforma desarrollada por la propia empresa. Todas las estadísticas y los errores aparecen en la gigantesca pantalla que preside esta 'sala de guerra'. «Lo más interesante es que puede identificar y solucionar problemas, además de incrementar la eficiencia», añade Lei. Y gracias a la inteligencia artificial este sistema que cuenta con 500 patentes también puede aprender.
De hecho, esa tecnología está llamada a facilitar un salto más allá de la industria 4.0. Sumada a la automatización, relegará a los seres humanos a tareas de supervisión y diseño, y equiparará los costes en diferentes lugares del mundo. En China puede ser tanto una bendición para las empresas como una maldición para los trabajadores, sobre todo los no cualificados. En Occidente, sin embargo, puede facilitar que la producción vuelva a ser competitiva. De momento, empresas como Xiaomi llevan la delantera gracias a estas gigantescas inversiones en tecnología.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.