El 94% de los contagiados en Canarias ha tenido el virus sin saberlo
El estudio de prevalencia destaca el alto número de personas con cuadros leves o asintomáticas. Sanidad alerta de que la baja inmunidad sube el riesgo de repunte de la pandemia. Respetar las medidas de seguridad y prevención en la desescalada, la clave.
El estudio de seroprevalencia que calibra la incidencia real del covid-19 en la población española deja tres conclusiones claras respecto a Canarias: que el confinamiento ha surtido efecto, que alcanzar «la inmunidad de rebaño es imposible hasta lograr la vacuna» porque solo el 1,8% de los canarios ha tenido contacto con el virus y que las medidas de prevención deben respetarse para evitar un repunte. Así lo señala el jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública de Canarias, Amós García Rojas, quien insiste en que hay que mantener las medias higiénico sanitarias por la susceptiblidad de los isleños frente al virus, mucho mayor que la también alta vulnerabilidad del resto de la población española, que solo ha resultado contagiada en un 5%, según la macroencuesta.
El estudio sostiene que el 1,8% de los canarios habría contraído el virus, o sea, unas 38.800 personas. Sin embargo, solo un 5,8% de ellas, 2.280 han sido confirmadas por el Servicio Canario de Salud, que ya ha sometido a 80.000 personas a pruebas PCR. Esto significa que el 94% de los infectados habría superado la enfermedad sin tener constancia de ella.
García dice que la invisibilidad de las infecciones era previsible. «En muchos casos el contacto con el virus se traduce en una clínica leve y asintomática, aun así el control sanitario ha evitado que estos asintomáticos implosionaran. Eso significa que se ha controlado bien la epidemia», resaltó el epidemiólogo que atribuye esta baja incidencia del covid-19 en el archipiélago al rigor del confinamiento y al cumplimiento de las recomendaciones higiénicas y sanitarias. «En Canarias el control ha sido escrupuloso. Hay que tener en cuenta que el primer caso de coronavirus de España lo tuvimos en La Gomera y el primer brote se dio en un hotel del sur de Tenerife. También ha habido control de los convivientes riguroso», sostiene.
Por otra parte, García insiste en que la prevalencia del virus en Canarias, del 1,8%, nos sitúa muy lejos de la inmunidad de grupo, que teóricamente se alcanza cuando el 70% ha atravesado la enfermedad, por lo que, hasta que haya una vacuna, se deberán mantener concienzudamente las medias higiénico sanitarias para evitar un rebrote. «Hay que seguir lavándose las manos con frecuencia, usar las mascarillas en los espacios públicos, sobre todo en los cerrados, y mantener una distancia mínima de metro y medio o dos metros. Esto no ha acabado. Hay que seguir alerta», reitera el técnico, quien espera que el estudio específico sobre la incidencia de la epidemia por islas refleje en Fuerteventura, Lanzarote, La Gomera, El Hierro y La Palma una prevalencia aún inferior a la media regional.
El experto subraya la fiabilidad del estudio realizado por el Ministerio de Sanidad con la colaboración de las comunidades autónomas. «La metodología está muy ajustada al conocimiento científico. Ha sido un trabajo brutal, extrapolable a la realidad», sostiene García Rojas.
Fuera del cuerpo. Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pidió ayer a la ciudadanía que sigan extremando y que lo hagan «más que nunca» la responsabilidad porque el virus puede sobrevivir fuera de los organismos humanos durante un cierto tiempo y se desconocen aún muchos aspectos científicos del mismo, según informó Efe.
Esta fue una de las consideraciones que hizo Illa en su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso, donde señaló que «es lógico que dejar atrás los momentos más duros del confinamiento nos produzca satisfacción y alegría, pero no puede hacernos olvidar, en ningún momento, que la prioridad es y debe seguir siendo, la salud. Y para preservar nuestra salud y la de las demás personas, no podemos bajar la guardia».
Atendiendo a los resultados del estudio de seroprevalencia, el ministro incidió en que en España «no hay inmunidad de grupo ni la va a haber».
