«No me atrevo a decir que el pico del brote ya ha pasado porque los periodos de incubación son largos –entre 5 y 21 días– pero hay una estabilidad en la aparición de casos», sostiene el epidemiólogo que, de cualquier forma, asegura que «hay que seguir vigilantes».
No obstante, a priori, parece que hay motivos para el optimismo. Este viernes ha sido el primer día desde el pasado 23 de mayo, cuando se confirmó el primer caso de viruela del mono en Gran Canaria, en el que el departamento canario de Sanidad no ha reportado nuevos casos sospechosos o confirmados en el archipiélago. .
«La enfermedad se transmite con un contacto muy estrecho. No tiene potencial pandémico»
Así las cosas, hasta ahora, se han confirmado 16 positivos, se han descartado diez cuadros clínicos compatibles con el virus zoonótico y se mantienen en estudio otros cinco casos; tres probables y dos sospechosos, según informa la Consejería de Sanidad.
Tampoco es probable que haya una nueva explosión de casos porque el virus no es fácilmente transmisible ya que el contagio requiere entrar en contacto directo con las vesículas producidas por la enfermedad . «Conviene recordar en relación a la viruela del mono que se transmite cómo se transmite, con un contacto muy estrecho. Este hecho dificulta una expansión mayoritaria. Esta enfermedad no tiene potencial pandémico», recalca García.
Además, el epidemiólogo recuerda que ninguna de las 16 personas afectadas por la enfermedad en Canarias ha requerido hospitalización, ya que todas las infecciones han cursado con sintomatología leve.
Otro factor a tener en cuenta es que buena parte de la población de más de 40 años está vacunada contra la viruela. «La vacuna se dejó de poner en los años 80. Creemos que la mayoría de estas personas está vacunada porque la Organización Mundial de la Salud realizó una campaña de vacunación dentro del proyecto de erradicación de la enfermedad», explica el especialista.
A la espera de estudios epidemiológicos
No obstante, más allá de su reducido potencial expansivo, García sostiene que este brote precisa un estudio pormenorizado dada la rápida expansión por Europa de la enfermedad endémica de África desde que se detectara un primer caso en Reino Unido el pasado 7 de mayo.
«El fenómeno tiene elementos de indudable interés epidemiológico. ¿Cómo demonios aparece en tantos países europeos en tan poco tiempo?», se pregunta el experto en Medicina Preventiva y Salud Pública expectante ante las investigaciones que suscitará la eclosión de la enfermedad fuera de África.
El actual brote suma cerca de 800 casos en países no endémicos (225 en Reino Unido, 186 en España, 143 en Portugal y 65 en Alemania), mientras que en los países de África, donde sí era prevalente, se han detectado durante este año alrededor de 1.400 contagios (1.264 de ellos en la República Democrática del Congo) y, al menos, 66 muertes.
Eurocentrismo sanitario
En todo caso, más allá de la naturaleza del brote europeo, en lo que hay consenso es en que la viruela del mono ha estado olvidada mientras únicamente afectaba a la población de los países africanos.
«Hasta ahora esta enfermedad no existía. No nos preocupábamos de si los africanos se vacunaban o no. Nos hemos venido a preocupar cuando las vesículas aparecieron en una piel blanca y eso es lamentable», reconoce el epidemiólogo.
Otro punto de interés de la viruela del mono es su origen animal. «La zoonosis tendrá cada vez más presencia. La viruela del mono ha surgido igual que la covid 19. Mientras siga habiendo situaciones como el calentamiento global, el cambio climático provocará una deforestación y esta, una migración de la fauna que puede causar cambios en el nicho ecológico que ocupan los microorganismos», indica García sobre la naturaleza del virus.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.