Sanidad activa las primeras reformas de lucha contra el tabaquismo

El ministerio ha sacado a consulta pública previa el proyecto de real decreto que va a regular determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados y que, entre otras acciones, va a obligar a que todas las cajetillas y envases de los productos del tabaco tengan un empaquetado genérico, sin distinción de los diseños de marca y de otros distintivos que buscan reflejar el estatus económico o social del fumador.

La norma, que antes de que sea aprobada por el Consejo de Ministros deberá recibir las alegaciones de los ciudadanos, las organizaciones sociales y los órganos consultivos, también incorpora otra restricción muy demandada por las organizaciones médicas y científicas. Prohibirá de aditivos y componentes que confieren aromas tanto en el tabaco como en productos relacionados como los vapeadores, porque entienden que desvirtúan los objetivos de la normativa sanitaria y hacen estos productos perniciosos para la salud más llamativos para los consumidores. Estos aromatizantes y sabores son considerados por los expertos como un gancho para captar a los adolescentes y jóvenes, que en los últimos años se han convertido en grandes consumidores del vapeo, hasta el punto de que los responsables sanitarios lo consideran su puerta de entrada al tabaco tradicional.

La reforma busca, según Sanidad, ofrecer «una mayor claridad, uniformidad y seguridad jurídica en el mercado de productos de tabaco y productos relacionados, teniendo en cuenta el desarrollo del mismo a nivel nacional y europeo».

El proyecto, dicen las mismas fuentes, está en línea con el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027 y se trata, añaden, de una de las principales medidas, dentro del eje básico de actuación en el plano normativo, para el cumplimiento de la meta número uno del plan: «Prevenir el inicio de consumo de tabaco y productos relacionados».

El borrador de real decreto tiene en cuenta la experiencia conjunta del Grupo de Expertos de Política de Tabaco de la Unión Europea en cuanto a la orientación del desarrollo próximo de la directiva 2014/40/UE y la experiencia práctica en cada Estado miembro.

Mediante la presente modificación, explica el ministerio, «se pretende responder a las demandas expresadas tanto por las sociedades científicas como por las entidades civiles relacionadas con la materia, a fin de contribuir, en último término, a la mejora de la salud de la ciudadanía y reducir el riesgo de puerta de entrada en el consumo de nicotina que suponen los productos relacionados, especialmente para el sector de la población joven».

Este proyecto de real decreto dice el departamento de Mónica García deriva de la necesidad de introducir diferentes mejoras, aún no contempladas en la regulación armonizada de la Unión Europea, y que han sido identificadas durante los últimos años, tanto a nivel epidemiológico y en los patrones de consumo como en la configuración actual del mercado de los productos del tabaco y de los productos relacionados.

El ministerio constata que en la actualidad existe una variedad de productos con características diferenciadas, con o sin tabaco, con o sin nicotina, con o sin componentes electrónicos, e incluso con aspectos híbridos de compleja catalogación, que suponen un desafío y sobre los cuales resulta necesario aportar la adecuada respuesta técnica en aras de garantizar la debida protección de las personas que consumen estos nuevos productos no convencionales.