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Fran Barreto en la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. C7
«Voy a recuperar la vida: trabajar, viajar,... No me lo puedo creer»
Medicina de vanguardia

«Voy a recuperar la vida: trabajar, viajar,... No me lo puedo creer»

El canario Fran Barreto es uno de los primeros pacientes en recibir la terapia CAR-T para el tumor hematológico linfoma folicular

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 30 de mayo 2024, 02:00

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La voz de Fran Barreto (45 años) suena alegre y rotunda al otro lado del teléfono. Sigue ingresado en la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. El lunes recibió una terapia pionera contra el cáncer que padece, un linfoma folicular. Era eso o morir, dado que ningún tratamiento le había funcionado. Tras un año de lucha para que la sanidad pública aprobara la terapia CAR-T para su tipo de tumor se ha convertido en el primer paciente con linfoma folicular de España en recibirla. «Estoy bien y contento», afirma. «Ha sido un año luchando. Yo estaba un poco al límite. No tenía un tratamiento que me funcionara y salió esto», dice en referencia a la terapia CAR-T, «y no te lo dan. Te sientes por un lado un paciente que no le importas a nadie. Te van a dejar morir porque no quieren financiar un tratamiento. El tratamiento existe, pero no eres importante. Te sientes aislado y con mucha impotencia. No sabes qué hacer y gracias a la Fundación CRIS contra el Cáncer que me dio la oportunidad de defender que se costee el tratamiento mi cabeza se tranquilizó y dije: 'Vamos a por ello'».

La terapia CAR-T consiste en preparar células inmunitarias del propio paciente, células T, para que puedan atacar a las células cancerosas. Este tratamiento cuesta unos 300.000 euros. «Si uno tiene dinero te vas a otro país. A Francia o a Italia. Aquí en España no todo el mundo puede permitirse es tratamiento o te embargas tú y toda la familia para siempre», dice Fran Barreto.

La terapia, que ya se aplica a otros cánceres hematológicos y en otros hospitales, por ejemplo, el Hospital Doctor Negrín fue acreditado en 2019 por Sanidad para ello, no estaba incluida hasta ahora para el cáncer que padece.

El pasado mes de diciembre la Fundación CRIS y Fran Barreto acudieron al Congreso para defender la implantación de este tratamiento. «Para mí ese momento fue la clave. Hablé tan claro, se los dije tan de corazón que todos los políticos se quedaron muy serios e impactados. Fue un momento de inflexión, de darse cuenta de que esto no puede ser. Son pocos los pacientes a tratar, a una cantidad limitada no le funcionan los tratamientos convencionales. Y en ese momento los vi bastante implicados. El Gobierno estuvo interesado en tener reuniones con la Fundación». Aún así, los tiempos de la política no son los de la vida de un paciente con cáncer. «Un paciente se puede morir en una semana y no tiene alternativa. Es muy duro», dice.

Esta terapia ha mostrado efectividad en ensayos clínicos y estaba aprobada por la Agencia Europea del Medicamento paras estos tumores, aunque no en España, desde junio de 2022.

Hace un mes Barreto estaba con un tratamiento que no estaba funcionando. «Tenía efectos secundarios pasables, pero había recaído. Cuando me dijeron 'te vamos a poner las CAR-T', me emocioné. 'No puede ser', dije, y me contestó que iba a ser el primero porque era lo justo». A finales de abril le extrajeron las células y el lunes entró en el hospital. «Estoy loco» de alegría, dice Fran Barreto, «me da igual tener fiebre», afirma. Fran Barreto estará unas dos semanas «más o menos» ingresado para que el equipo médico se asegure de que «el cuerpo está respondiendo porque cuando me quiten la medicación» que está tomando ahora puede «subirme la fiebre y quieren ver si es controlable porque si sube mucho puedo tener un problema neuronal», explica. «Todos los días me preguntas cómo me llamo y qué día es hoy. Pero estoy bien, y están tranquilos porque va bien», asegura.

Una vez que le den el alta tendrá que estar un mes viviendo a menos de media hora del hospital. «Si hubiera alguna complicación tengo que venir urgente». Y ya le han dicho que estará entre seis meses y un año «con los recuentos» de glóbulos bajos. «Me tengo que volver a vacunar de todo, como si volviera a nacer». Y para él es eso. «Voy a recuperar la vida que tenía, aunque no sea el mismo de antes, estaré al 90%. Podré trabajar, viajar, estar con mi pareja, mi familia,... No me puedo creer», dice confiando en que el tratamiento funcione porque incluso, dice, «puede haber una cura completa, que eso no existe, el linfoma es para toda la vida. Cuando consigues algo que anhelas tanto es un regalo».

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