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Cosas tan sencillas y cotidianas como ponerse zapatos y calcetines, caminar más de seis metros o bañarse sin ayuda estaban fuera del alcance de Pablo Santana y Antonio Guedes, dos de los primeros pacientes a los que se le ha practicado un trasplante de pulmón en Canarias.
«Si no me hubieran hecho el trasplante, no valdría la pena estar vivo. Sinceramente vale más estar muerto, porque no eres nadie. Tienes que contar con una persona para hacerlo todo. Me sentía inútil», señaló ayer Guedes, recordando la incapacidad que le producía la grave insuficiencia respiratoria que padecía. «Ya no caminaba ni cinco metros y, a los 15 o 20 días de operarme, ya andaba 50 o 60 metros», comentó este miércoles durante una rueda de prensa.
«Este grupo de profesionales nos ha cambiado la vida», resaltó Santana quien explicó que, antes de la operación, no podía hacer casi nada. «Ni siquiera afeitarme, porque me tenía que parar y descansar cinco o diez minutos para poder seguir», rememoró Santana quien, al igual que Guedes, padecía una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) grave.
Santana recomendó a aquellas personas que sufran esta enfermedad que se pongan en manos de los profesionales del hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, centro que coordina el programa de trasplante pulmonar de Canarias, «porque les salvan la vida».
No saben quién fue la persona que les cedió sus pulmones. «Lo que sí sé es que, donde quiera que esté, estará orgullosa», dijo emocionado Santana que aprovechó la ocasión para agradecer el apoyo que ha recibido de su pareja durante todo el proceso.
«Tener a una persona a tu lado que te ayude es muy importante. Hay muchas personas que no tienen esa oportunidad y eso es muy jodido», apuntó Guedes.
A día de hoy, nueve pacientes han recibido pulmones nuevos a través del programa de trasplante pulmonar de Canarias que se puso en marcha el pasado julio.
De momento, el nuevo programa de trasplantes de pulmón va viento en popa. «La tasa de éxito ha sido del 100%. Son nueve pacientes trasplantados, nueve vivos y nueve que han evolucionado favorablemente», comentó el cirujano Pedro Rodríguez, sobre los resultados de estas complejas intervenciones que suelen durar entre doce y trece horas.
Los candidatos a esta intervención, en su mayoría afectados de EPOC, han llegado a un punto en el que «no tienen calidad de vida y su pronóstico a corto y medio plazo es peor que el pronóstico y la calidad de vida que yo le puedo ofertar con un trasplante pulmonar», comentó el neumólogo y uno de los responsables del programa de trasplante pulmonar de Canarias, César García.
Tras unas pruebas y valoraciones para constatar que estas personas no tienen otras enfermedades o contraindicaciones que puedan hacer fracasar el trasplante, los pacientes son incluidos en una lista para esperar por un órgano compatible que puede llegar en cualquier momento.
El proceso se inicia con una llamada al paciente. El enfermo acude al hospital. Mientras, el equipo quirúrgico extractor va al encuentro del donante para confirmar que el órgano es viable. Una vez comprobado, el paciente baja al quirófano y se realiza la preparación anestésica. La cirugía comienza con la extracción del pulmón más enfermo, que se sustituye por el donado, e igual con el segundo pulmón. Además, hay que conectar una vena, una arteria y un bronquio directamente con el corazón para que la estructura funcione, relata el cirujano Pedro Rodríguez.
El perfil de los candidatos corresponde a personas de entre 55 y 65 años. De los nueve pacientes operados –siete hombres y dos mujeres– cinco tenían EPOC y cuatro, fibrosis pulmonar. Actualmente hay tres personas en planta recuperándose del trasplante: dos se irán a casa en breve; la tercera, operada más recientemente, permanecerá unos días más.
Un centenar de profesionales participan, de forma directa o indirecta, en cada trasplante pulmonar realizado en el Doctor Negrín, el octavo hospital de España que practica esta compleja intervención.
Hasta ahora, anualmente, unas 16 o 17 personas residentes en Canarias se sometían a un trasplante de pulmón en la península.
Para ello, debían vivir cerca del hospital para aguardar por un órgano compatible una media de un año.
Una de estas personas fue Antonio Guedes, al que le dieron elegir entre quedarse en Barcelona a esperar por la operación o probar suerte con el nuevo programa de trasplante pulmonar que se pondría en marcha en Canarias. Eligió lo segundo y le salió bien.
Desde julio, el hospital Doctor Negrín ha realizado nueve trasplantes de pulmón, pero se espera llegar a realizar entre 15 y 20 al año. «Hemos tenido una racha de cuatro trasplantes en un mes», dice satisfecho el cirujano Pedro Rodríguez.
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