Unas jornadas enseñan a salvar vidas con 'La Macarena' y otros hits de la reanimación
Unas 300 personas aprenden a realizar la maniobra en el hospital Doctor Negrín, en un encuentro centrado en la asistencia a pacientes con parada cardíaca
La atención inmediata de quienes sufren una parada cardíaca es imprescindible para lograr su supervivencia. En este sentido, la maniobra de reanimación cardiopulmonar es una condición indispensable para mantener viva a la víctima hasta que llegue la asistencia sanitaria.
«Por más helicópteros y ambulancias que tengamos, si no se realiza desde el principio la reanimación, no podremos hacer nada. Por eso es tan importante aprender a realizarla», sostiene Federico Lübbe, presidente del comité organizador de las I Jornadas de Reanimación Cardiopulmonar, desarrolladas desde el lunes y hasta este martes en el hospital de Gran Canaria Doctor Negrín.
La cita reunió a 200 profesionales sanitarios que se formaron en las nuevas técnicas de reanimación. Mientras que este martes las jornadas se centraron en enseñar a unas 300 personas –entre bomberos, agentes de policía y alumnado– a realizar la maniobra de reanimación y concienciar a la sociedad de su importancia. La jornada terminó con un maratón de masajes cardíacos de 10 minutos, realizados con 50 torsos de entrenamiento, al ritmo de la música apropiada para mantener 100 pulsos por minutos.
Banda sonora
«'La Macarena' es un clásico español de los cursos de masaje cardíaco, pero la canción más usada a nivel global es 'Stayin' Alive', de Bee Gees. En realidad sirve cualquiera que vaya a cien 'beats' por minuto. Hay muchas, desde temas de Bad Bunny a Beyoncé», dice Lübbe que invita a conocer el ritmo de los masajes escuchando la lista de Spotify 'Canciones que salvan vidas'.
El entrenamiento dura 10 diez minutos porque es el «tiempo medio de respuesta a una urgencia de los servicios sanitarios», dice Lübbe.
Ante un paro cardíaco hay que dar tres pasos; identificar la parada cardiorespiratoria, alertar al 1-1-2 y masajear si sabemos hacerlo o siguiendo instrucciones por teléfono.
«Las estadísticas nos dicen que el 70% de las paradas ocurren en lugares donde la víctima está cerca de sus seres queridos», relata Lübbe para animarnos a aprender a cuidar de los nuestros.
