Canarias extrema la vigilancia de la viruela del mono y retoma la vacunación

En Canarias no hay motivos para alarmarse por la segunda emergencia sanitaria declarada por la OMS ante el brote de la viruela del mono que afecta a doce países africanos, pero sí hay razones para preocuparse por los estragos que está causando esta nueva ola en el continente vecino.

Así lo entiende el director general de Salud Pública del Gobierno de Canarias, José Díaz Flores, quien, además de lanzar un mensaje de tranquilidad, anunció ayer que Canarias reforzará su sistema de vigilancia y notificando semanalmente los casos de mpox que se identifiquen en el archipiélago. «Dependiendo de cómo evolucionen los datos, se elevará el sistema control y vigilancia y se actualizarán determinados protocolos sanitarios para la caracterización de los casos», comentó el director general.

Además, la Consejería de Sanidad retomará la campaña para vacunar contra la viruela del mono a los grupos de riesgo, es decir, quienes realicen prácticas sexuales de riesgo o personas con riesgo ocupacional, como el trabajo en consultas de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), que manejen muestras de laboratorio de mpox o que limpien lugares donde se han realizado prácticas sexuales de riesgo.

Según detalló Díaz Flores, en Canarias, hasta finales de 2023, se habían vacunado unas 1.500 personas contra la viruela del mono. Sin embargo, la mitad de ellas, cerca de 800, solo tienen puesta la primera dosis. Facilitarles la segunda pauta para que completen su inmunización será el primer objetivo de la nueva campaña vacunal.

Además, a través de Sanidad Exterior, se prevé extender la vacunación a ciertos perfiles de personas que viajen a países donde el brote está circulando, como personas que vayan a mantener contacto estrecho con convivientes autóctonos o participantes en proyectos de cooperación internacional o humanitarios que requieran un contacto estrecho con la población local. «En ningún caso la vacunación será generalizada», señaló Díaz Flores.

«Se ha respetado la recomendación de Europa de no establecer cribados en los aeropuertos ni restricciones en los viajes. Hoy por hoy, en Europa el único caso notificado con el clado 1b es una persona de Suecia que viajó a esta zona. No tiene sentido hacer restricciones», indicó Díaz Flores tras la reunión mantenida por el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas donde se acordó esta medidas.

En esa reunión, Canarias reclamó al Estado tomar parte en un proyecto para detectar la presencia de la viruela del mono a través del análisis de las aguas residuales.

En todo caso, Díaz Flores recuerda que, a día de hoy, la presencia de la mpox es residual y, en lo que va de año, se han detectado en Canarias tres casos aislados que correspondían a la variante del brote europeo de 2022.

«Hay que intervenir donde está el problema. Todos los países europeos están dispuestos a ceder una parte importante de sus vacunas», dijo.

Respecto a este asunto, el Ministerio de Sanidad expresó ayer, tras la Comisión de Salud Pública, que «hay un stock de dosis suficientes» y que «además, se puede contar con las que se encuentran en la reserva estratégica», que almacena el Ministerio de Defensa en instalaciones militares.

El departamento que dirige Mónica García subrayó su propósito de «trabajar en origen con la donación de dosis a los países afectados», lo que estima como «la principal prioridad para el control de la emergencia de salud pública internacional».

Además, Mónica García destacó el clima de «colaboración» entre las comunidades y subrayó que «siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales, ninguna ha propuesto el control en fronteras ni en los aeropuertos», una reclamación que Madrid sí había realizado en los días anteriores.

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