«Hay que actuar en los países africanos y facilitarles vacunas contra la viruela del mono»

Poner puertas al campo es muy difícil y, en un mundo tan globalizado como el actual, mucho más. Por ello, el epidemiólogo y representante español en el Comité Permanente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Amós García Rojas, entiende que evitar que surjan en Canarias casos ligados al actual repunte de viruela del mono (ahora mpox) que sufre África es «casi es imposible, lo lógico es pensar que incluso vamos a tener algún brote. Esperemos que no», comenta el experto que recuerda que ya se ha detectado en Suecia la primera infección vinculada al brote surgido el pasado otoño en República Democrática de Congo y que ya afecta a casi una veintena de países africanos, con 15.000 contagios y casi medio millar de muertes.

Es justo ahí, en las regiones más afectadas por esta nueva emergencia sanitaria, donde debería actuarse de forma urgente, señala García Rojas. «Hay que intervenir donde está habiendo el problema y garantizar a los países en vías de desarrollo el acceso a las vacunas contra la viruela del mono», recalca .

En el caso de Europa, esta emergencia sanitaria no debería ser motivo de alarma. «En un país desarrollado, lo fundamental para evitar la propagación es la potencia de un sistema vigilancia para la detección precoz de los casos. Ya tenemos experiencia con estos sistemas en 2022 y funcionaron bien. Hay que potenciarlos para que puedan actuar inmediatamente sobre los contactos de casos confirmados y cortar la circulación del virus», señala García.

Además, recuerda que el virus no se transmite por el aire, sino que requiere del contacto directo piel con piel y que el continente dispone de vacunas para combatir el virus.

Sin embargo, las circunstancias de muchos países africanos favorecen la expansión del patógeno: «los cuidados que se pueden dar a la ciudadanía son mínimos, las estructuras sanitarias son débiles, no hay vacunas y mucha población sufre hacinamiento y malnutrición», lamenta.

Por otra parte, García asegura que no hay constancia científica de que la variante clado I, responsable del brote causante de la emergencia sanitaria internacional por mpox, sea más contagiosa y letal que la variante de la viruela del mono que viene circulando por Europa desde 2022.

La globalización y el cambio climático están detrás de la reaparición en España del virus del Nilo Occidental, indica el epidemiólogo Amós García. Las aves han hecho de reservorio del virus y el aumento de la temperatura en zonas húmedas favorecen la aparición de los mosquitos que lo transmiten. Este verano se han diagnosticado en España unos 30 casos con tres muertes, la mayoría en la provincia de Sevilla.

«En un mundo globalizado es muy difícil evitar la llegada de un mosquito», dice sobre los insectos del género Culex que transmiten la enfermedad. Más complicado es la llegada a las islas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, cuyo vector son las garrapatas, y que este verano se ha cobrado una vida en Salamanca. «Hay más dificultades para que nos llegue aquí», dice García que recuerda que ambas, al igual que la mpox, son zoonosis, enfermedades de los animales transmitidas al ser humano.

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