Robo de aves exóticas en una exposición nacional de ornitología

Los agapornis, originarios de África, son pequeños loros conocidos popularmente como inseparables, periquitos del amor o aves del amor. Por su parte, el diamante de Gould procede de Australia, suele criarse en cautividad como mascota y destaca por sus llamativos y vivos colores. En cuanto al verderón, es europeo y llama la atención por su color verde amarillento y por su particular gorjeo que es capaz de imitar los cantos de otras aves.

Estas especies se han acostumbrado a la presencia cercana del ser humano y su comportamiento es pacífico y nada violento. Tal vez por ello no reaccionaron cuando fueron sustraídos en la sede de la Asociación de Canaricultores Don Quijote de Alcázar de San Juan, un antiguo silo que desde hace casi cuatro décadas acoge a las mejores aves y criadores de España.

Los ladrones accedieron forzando una de las cancelas del silo y rompiendo después una ventana y la persiana. A continuación, cerca de medio centenar de aves 'volaron'. El robo está siendo investigado por las fuerzas de seguridad, que ya han tomado huellas para tratar de identificar a los autores del delito. Según el presidente de la asociación organizadora del evento, Antonio López Rodado, los ladrones sabían de qué pájaros debían apropiarse en función de su valor económico. Sin embargo, los autores de este tipo de hechos suelen «malvender a los animales a un precio mucho más bajo del real».

Es la primera vez que esta asociación sufre un robo de este tipo a lo largo de su historia. Para la edición número 38 de este concurso-exposición nacional se habían organizado cuatro días de muestra –del jueves 16 al domingo 19– en horario de mañana y tarde. La entrega de premios, prevista para el domingo, quedó deslucida por el robo. Como en años anteriores hubo concurso de canto de canarios timbrados y para el fin de semana del 25 y 26 de noviembre habrá otro de canario malinois.

«Unos concursan por postura, otros por color, otros por posición y otros por exóticos. Estábamos muy contentos este año porque habían venido más de criadores de toda España», explica el presidente de la asociación de canaricultores. Ahora solo espera que las investigaciones den su fruto para poder recuperar los ejemplares que han volado y no por iniciativa propia de las aves.