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Imagen de archivo y sin relación con la información de dos mujeres en la capital grancanaria. JUAN CARLOS ALONSO
¿Puede Canarias dejar a cero este año el limbo de la dependencia?: «Sería un milagro»

¿Puede Canarias dejar a cero este año el limbo de la dependencia?: «Sería un milagro»

DERECHOS SOCIALES ·

6.687 personas tenían su derechos reconocido en enero, pero no recibían prestación. Es la lista de espera más baja de los últimos ocho años

Luisa del Rosario

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 13 de marzo 2023, 00:00

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El presidente canario, Ángel Víctor Torres, celebró en el debate del estado de la nacionalidad los logros de su Gobierno, entre ellos «haber terminado 2022 con 9.919 prestaciones nuevas en la Ley de Dependencia». De seguir el ritmo actual de 1.000 expedientes al mes, aventuró el jefe del Ejecutivo, esta lista desaparecerá a finales de año. La idea ya la había barajado la directora general de Dependencia, Marta Arocha, para quien este 2023 será «un año fundamental para terminar «con el llamado limbo de la dependencia, personas que tienen su derecho a recibir una prestación reconocido, porque ya han sido valoradas, pero no tienen el Plan Individualizado de Atención (PIA), que es dónde se decide qué prestación se recibe.

De momento, con los datos de 31 de enero, el último informe disponible hasta hoy en el Instituto de Mayores y Servicios Sociales del Ministerio de Derechos Sociales, en Canarias están en ese limbo 6.687 personas, la cifra más baja desde 2015, año en el que se encontraban en esa situación 16.126 personas.

EN CONTEXTO

  • Enero 41.825 personas en Canarias tienen derecho a prestación por dependencia, la reciben 35.138

  • 384 Es el numero de personas que salió el limbo el pasado mes, reduciéndose la lista a 6.687 personas.

  • Ninguna No hay comunidad en España sin lista de espera, aunque Canarias ahora cuadruplica la media nacional en número de resoluciones.

  • 14.128 . Es el número de personas que se han incorporado al sistema en cuatro años.

Entre 2015 y 2018 se aprecia una considerable reducción del limbo, casi la mitad al reducirse a 8.956 personas. E incluso se llegó a reducir el año de la pandemia en casi 1.000 personas, pero volvió a subir al siguiente. Ha sido entre 2021 y 2022 cuando la tendencia vuelve a estar a la baja, teniendo en cuenta, además, que el número de personas que tienen reconocido su derecho ha aumentado en mayor progresión pasando de las 30.000 en 2015 a las 41.825 en enero de este año.

Sin embargo, para que esa lista se reduzca a cero entre diciembre de 2022 y enero de 2023 no se llegó al número medio mensual de expedientes resueltos para que esa lista cero se haga realidad. Solo salieron del limbo 384 personas.

A juicio de Gustavo Herrero, uno de los investigadores de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, poner al limbo a cero este año «sería un milagro».

Cabe recordar que ninguna comunidad tiene una lista de espera a cero. Aunque Canarias tradicionalmente se ha situado entre las regiones con las cifras más altas de personas en el limbo.

«Sería milagroso», abunda Herrero, que cree que los problemas a los que se enfrenta esa reducción no solo tienen que ver con el presupuesto que se requiere sino con la necesidad de «una gestión tremendamente ágil» además de contar con los servicios que deben ofertarse.

Un ejemplo, gran parte de las personas dependientes en Canarias con grado III, es decir, grandes dependientes, solicitan una plaza sociosanitarias por la elevada necesidad de atención que requieren. Las islas, sin embargo, arrastran un déficit de plazas residenciales para mayores que no arreglará ni siquiera el II Plan de Infraestructuras Sociosanitarias. Esa falta de camas se traslada a que lo que se otorgue es una prestación vinculada al servicio. Hay que contar, además, con que a lo largo de 2023 seguirá entrando gente al sistema, lo cual complica aún más esa reducción.

Asimismo se requieren plazas de día, a donde suelen acudir personas con grado II de dependencia. Así como un desarrollo más profundo de otras prestaciones como la ayuda a domicilio, en la que hay que contar con la implicación de las administraciones locales.

La contratación de más personal, cono reivindicaba el exdirector general de Dependencia, Miguel Montero, y la colaboración de la plantilla de la fundación tutelar han coadyuvado a que los datos mejoren. Con todo, abunda Herrero, «mi opinión es que es absolutamente arriesgado, pero admirable si lo consiguen».

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