Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 29 de marzo
Lluís Serra, momentos antes de la entrevista en la sede de CANARIAS7 COBER

«Tenemos un plan para los primeros 100 días para demostrar que el cambio es posible»

El catedrático Lluís Serra, candidato a rector de la ULPGC, demanda un nuevo rumbo para la universidad y destaca que su equipo es «cercano» y «asertivo» y también que su gestión será más «transparente».

T. ARTILES / L. DEL ROSARIO

Las Palmas de Gran Canaria.

Viernes, 12 de febrero 2021, 00:00

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Lluís Serra Majem (Barcelona, 1959) opta al Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) con un equipo «cercano y asertivo». Cree que la universidad debe ser «más transparente» y recuperar el prestigio social y apuesta por hacer cambios en titulaciones, plantilla y gestión para que la ULPGC esté preparada para el futuro.

-Está en el ecuador de la campaña. ¿Qué sensaciones tiene?

-Las sensaciones son buenas. Veo que la gente le empieza a coger gustillo a la campaña. Que se empieza a dar cuenta de que las elecciones son ahora, el 25 de febrero, y hay movilización. Hay una respuesta de los distintos estamentos de la universidad en nuestras visitas por los campus.

-¿Ha leído el programa del otro candidato, Rafael Robaina?

-La verdad es que es un programa muy largo, con muchas cifras. Lo he visto por encima, no me ha dado tiempo de leerlo todo.

-¿Qué diferencia su programa del de su oponente?

-Su programa es un programa continuista, de reforzar lo que se ha hecho hasta ahora. El nuestro es de repensar la universidad en su conjunto, reinventarla. Una universidad más proyectada al futuro incorporando cambios importantes que van desde mejorar los procesos y menos burocratización, pero también volver a ilusionar a la propia institución y conectarla de nuevo con la sociedad de una forma clara. Yo creo que estos son los grandes retos que tenemos para los próximos cuatro, ocho o doce años. Tenemos esforzarnos para volver a coger el carro de ser el motor social y de progreso social de la isla y del archipiélago.

-¿Cree que su programa es más ilusionante?

-Nosotros estamos muy ilusionados. Nuestro programa es muy constructivo y responde a una necesidad que hemos visto en la comunidad universitaria. Queremos que se nos escuche. Y, por tanto, nuestro contenido es ilusionante, nos proyecta al futuro, pero también nuestra forma de ser es una forma de ser más cercana, más asertiva con los problemas y la gente de nuestra universidad.

-¿Cuándo decidió presentarse a rector de la universidad?

-Hay una plataforma de gente vinculada a esta universidad desde hace mucho tiempo, personas que pasan de los 60 años, pero también gente joven, que me vinieron a ver, me expusieron el proyecto y me preguntaron si quería liderarlo. Me lo estuve pensando, pero tardé poco en decidirme y en decir que si contaba con el apoyo de toda esta gente yo emprendía esta aventura. Estoy muy ilusionado. Nunca había pensado que pudiera ser rector de mi universidad y estoy poniendo todo mi empeño para llegar a buen puerto.

-¿La situación de pandemia le hizo replanteárselo?

-No cabe duda de que esta es una situación difícil, pero yo la pandemia un poco la conozco y no me da miedo. Sobre todo, porque nos esta dando una serie de instrumentos y de capacidades que no teníamos y sabemos también, por otras pandemias, que detrás de un periodo de crisis sanitario tan fuerte va a haber un resurgimiento, un renacimiento importante desde el punto de vista económico y social. Habrá una época de crisis, qué duda cabe, pero de todo ello va a resurgir un apogeo humanista que tenemos que recoger desde el a universidad. Es coger este guante y ser capaces de trasladar este empuje y llevarlo a las próximas generaciones.

-¿Ha dejado de ser portavoz del comité científico que asesora al Gobierno en la pandemia?

-No soy portavoz y espero no volver a serlo porque eso indicará que seré el rector. Pero sigo siendo miembro del comité y nos comunicamos continuamente por WhatsApp, comentamos las cifras, lo que hay que hacer o qué no.

-¿Ese cargo le ha servido de escaparate para la campaña?

-En parte sí, pero también me ha dado mucho trabajo, me ha quitado tiempo que he tenido que sacar de otras esferas de mi vida para dedicarme a preparar la campaña, y a mis actividades diarias como investigador. Yo ya antes era un investigador conocido en la universidad. También tengo cierta actividad en las redes sociales y mis trabajos de investigación son significativos. Pero sí es cierto que ser portavoz me ha dado este paso adicional porque había mucha gente, no vinculada a la investigación, que me ha conocido. Y eso también me ha hecho conocer otra dimensión del comportamiento humano, mucho más cercano, más susceptible a los miedos. He podido ver como un simple consejo, una simple dirección bien dada puede transformar muchas cosas.

-Concrete sus primeras medidas si es elegido.

- Nosotros tenemos un plan para los primeros cien días. Queremos que este plan marque un compromiso de lo que van a ser los siguientes cuatro años. Hay algunas áreas que son fundamentales, como la reducción de la burocracia, un estudio claro de las plantillas, necesidades de reposición, necesidades de nuevos contratos, internacionalización, potenciación de la investigación, siempre con un talante dialogante con los departamentos y con los distintos centros universitarios y siempre con transparencia. Hemos visto que es necesario poner las cartas boca arriba. Estamos viendo una política de los últimos 100 días, pero nosotros queremos fortalecer la política de los primeros 100 días. Es un compromiso y vamos a dar mucho en estos primeros días y demostrar que el cambio es posible.

-¿Teme que la semipresencialidad y la crisis por la pandemia aumente el abandono ?

-Esta mañana (por el miércoles) hablaba con alumnos en el Obelisco y algunos decían que con esto de la no presencialidad no se enteraban de nada. Hay una brecha digital importante, dificultades para acceder a la información, o de pensar con este formato, que no lo tuvimos en cuenta. La capacitación de los docentes y de los estudiantes es muy importante. Muchos no tienen las herramientas suficientes para seguir el curso a distancia. Están acostumbrados a la presencialidad, es nuestro fuerte que tenemos que recuperar cuanto antes. Y de lo que hemos vivido coger la parte buena.

- ¿Está de acuerdo con mantener los exámenes presenciales?

- Lo importante en este tipo de decisiones es la coherencia, lo que los estudiantes y estamentos no ven bien es que se pueda cambiar de decisión. Respeto las decisiones que hayan tomado, pero lo importante es ser consecuente hasta el final.

-¿Mantener las aulas abiertas es irrenunciable?

- Los alumnos, en realidad, no se quejan de que las aulas no estén abiertas. Muchas veces se quejan de que tienen que venir de Tamaraceite en una guagua que está muy llena. El problema no es de las aulas o del contexto universitario sino el contexto total de la pandemia. En realidad, es un poco como en los colegios, cuando decidimos en su día que el curso presencial fue una decisión importante. Y se crearon las burbujas. Eso se podía haber hecho en la universidad y haber dado un paso más. En cualquier caso, es fácil criticar desde el pasado y hemos visto tomar decisiones muy difíciles. Pero el objetivo es recuperar la presencialidad al 100% y, a ser posible, desde el curso que viene.

-¿Qué le pediría como urgente al Gobierno canario?

-Yo le presentaré un plan de plantilla, un plan de reconstrucción para las necesidades urgentes, pero también le voy a presentar un apoyo a una serie de planes de inversión de estructuras de las cuales no esperamos que todas las haga el Gobierno, muchas las podemos hacer desde la universidad en las competiciones abiertas internacionales y esto es lo que vamos a hacer con el gerente y con el conjunto de la comunidad universitaria. Existe la sensación de que como es una universidad pública, depende solo de las administraciones y nosotros somos una parte muy importante de este modelo de financiación a través de convocatorias y armando proyectos desde la universidad.

-Habla del plan de plantillas. ¿Qué necesita la ULPGC?

-Necesitamos pensar para los próximos cuatro años o, incluso, ocho años. El tema del envejecimiento de la plantilla no se resuelve en un año. Una persona se puede jubilar a los 62 o a los 70 años. Hay que preguntarle cuándo se va a jubilar y esto nadie lo ha hecho. Tenemos que conocer exactamente qué es lo que queremos hacer porque a mí me da pena que profesores con una edad perfectamente capaz, que han elegido la profesión, que en su área de conocimiento son los mayores expertos, se quieran jubilar a los 62 años. Esto es un síntoma de que la cosa no funciona.

-¿Hay muchos en esa situación?

-Algunos. Esto de querer irse, salir del barco corriendo, es un mal síntoma. Ya por esto valdría la pena hacer este estudio de plantilla global y escuchar a los departamentos, que saben las necesidades y los recursos que necesitan. La transparencia es esto: que todas las asignaciones de plazas nuevas se hagan en base a las necesidades reales y no porque estás defendiendo otros intereses, ahí nos jugamos la credibilidad.

-Usted propone modernizar las titulaciones, ¿cómo lo hará?

-La solución no es poner dobles titulaciones o no. Tener titulaciones troncales y fuertes es importante y las tenemos que potenciar. Pero el mercado nos dice que tenemos que abrirnos a especializaciones y se puede optar por dobles titulaciones, pero también tenemos un problema grave con los másteres. De qué nos sirve que nuestros estudiantes hagan el grado aquí y se vayan a hacer un máster a otra universidad. Al final fidelizan con la otra universidad. Las dobles titulaciones son una opción, pero no la única. En cualquier caso, no será una decisión rectoral, sino de la comunidad universitaria y de la sociedad. No puede ser que el alumnado se vaya a buscar otros títulos a universidades privadas cuando podrían hacerlos en la universidad pública.

-¿Hay mucha competencia por la tarta de los fondos de reconstrucción. ¿Cree que la ULPGC puede competir por ellos?

-Es fundamental. Nosotros hemos desarrollado un plan de inversiones en base a la captación de estos recursos y tenemos mucha experiencia en la captación de recursos europeos de investigación. Todas las administraciones se están poniendo al día en esta captación, pero quizás la universidad, como rectorado, no ha hecho este esfuerzo de captación de recursos y esto es lo que tenemos que hacer en los próximos cuatro años y lo que teníamos que haber hecho en los cuatro pasados y los cuatro anteriores. La capacidad de gestionar y de invertir en nuevas infraestructuras o arreglar las que están caducas y que tienen goteras, por ejemplo, mediante este tipo de financiación. Es, sin duda, un campo prioritario. Tanto el gerente como el vicegerente de asuntos económicos están convencidos de ello y vamos a formar un equipo de gente de la universidad para trabajar en todo ello y siempre en un marco de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS),

-Robaina creará dos nuevos vocerrectorados, Igualdad y Sostenibilidad. ¿Cree que eso podría favorecerle?

-Nosotros nos propusimos reducir el número de vicerrectorados, pasando de los diez actuales a siete, y ello ha supuesto esfuerzo. Dentro del entorno del rector vamos a poner una unidad de igualdad de la que se va a encargar una persona de absoluta confianza: Beatriz González López-Valcárcel. Será una unidad que funcione realmente como tal, que no sea buscar una voluntaria para ocupar el puesto y luego que lo haga lo mejor que pueda, no. En la lucha por la igualdad de género hay personas que saben mucho y tienen que contribuir y ayudarnos a buscar esta igualdad no a través de conferencia y congresos, que también, sino ver a través de qué mecanismos podemos disminuir la desigualdad de género, introducir de nuevo la palabra mujer y luego atender a todas las otras desigualdades, socioculturales, económicas, que son muy importantes y no por tener un vicerrectorado o no vamos a conseguir abordarlo mejor. Lo que sí me parece muy importante es tener un Vicerrectorado de Cultura porque uno de los graves problemas que tenemos en la universidad es que los campus se han despoblado. No hay vida en los campus. Nosotros queremos que Cultura reintroduzca la vida en el campus. Las cafeterías han estado cerradas durante muchos años, no por pandemia. Un centro sin cafetería no tiene vida cultural. Tenemos que hacer campus más sostenibles, con circuitos para deporte, comedores con comida sana y sostenible. Vamos a incluir por primera vez una Dirección de Salud y Bienestar. Hay que mirar lo qué están haciendo fuera otras universidades y pensar qué puede funcionar aquí.

-¿Cuánto gasta su candidatura en la campaña?

-La universidad nos da 3.000 euros y nosotros habremos puesto de nuestros bolsillos 4.000 euros.

-La campaña está siendo de guante blanco...

-Me gusta que sea así. Se nota que los dos equipos están buscando una universidad mejor y aportamos lo que creemos para mejorarla. Gane quien gane, gracias a esta campaña la universidad ha ganado. Hubiera sido muy distinto si solo hubiera un candidato. A mí la gente me lo agradece. No me dice si me van a votar o no, pero me agradecen que me presente. Este tipo de procesos ayuda a construir y mejorar nuestra universidad.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios