Padre nuestro, ¿qué hacemos?

«No es un asunto grave, pero nuestras manos nunca deben levantarse en el templo, a menos de que sean las de un sacerdote», cuenta el páter. Lo hace ante la «proliferación» de este «error litúrgico» que lleva a algunos feligreses a acompañar con un gesto similar al oficiante cada vez que éste proclama «la oración que Jesús nos enseñó».

«En el padrenuestro las manos siempre van juntas en forma de oración», aclara García, consciente de que en muchas parroquias se ha introducido la costumbre de alzar las palmas o de tomar la mano de los vecinos de bancada, tal vez por 'importarla' de otros ritos y ramas del cristianismo.

«La gente lo hace de buena fe, pero no es correcto», apunta el capellán, que tiene rango de capitán y que señala que en su regimiento hay soldados que también le han preguntado por el asunto. «Yo les digo que es lo mismo que cuando haces el típico saludo militar de llevarte la mano a la sien sin vestir la gorra, la boina o cualquier otra prenda militar sobre la cabeza. Enseguida lo entienden porque el soldado español solo está autorizado a saludar con la mano si viste una prenda sobre la cabeza. Si no es así, lo correcto es cuadrarse».

Fuentes de la Conferencia Episcopal preguntadas al respecto se remiten a la Instrucción General del Misal Romano, una guía de la liturgia que en su punto 152 especifica que el sacerdote y los curas concelebrantes (no así los diáconos, aunque sean clérigos) extienden las manos al rezar el padrenuestro, pero no dice nada de lo que debe hacer el fiel laico. Y ahí surge la duda.

La Archidiócesis de Sevilla se hace eco en su portal Siempre Adelante de un texto de la web de noticias católicas Aleteia, que deja bien claro que solo los sacerdotes extienden sus manos «y lo mejor es que los fieles permanezcan u oren con las manos juntas pues la fe interior es lo que cuenta, lo que Dios ve».

Bajo el título '¿Es adecuado levantar o tomarse las manos durante el padrenuestro en misa?', el artículo indica que tanto coger de la mano a alguien como alzarla son prácticas no litúrgicas en los fieles, y si bien no están explícitamente prohibidas «tampoco corresponden a una sana liturgia».

Y por ello exhorta a los fieles a no copiar los gestos del sacerdote «porque cada uno hace el suyo». Para el páter García es el cura quien eleva a Dios las oraciones en nombre del pueblo, por lo que si los fieles extienden las manos desfiguran un poco su papel.

Pero en esto también hay 'indultos': los kikos, la comunidad del Camino Neocatecumenal fundada por Kiko Argüello, gozan de ciertos privilegios papales, y éste de agarrarse o levantar las manos es uno de ellos.