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Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad. COBER

Kika Fumero: «El caso Mediador es un ejemplo de cómo está normalizada la prostitución»

entrevista ·

La directora del Instituto Canario de Igualdad defiende las políticas transversales del Ejecutivo y aboga por un feminismo unido pese a las diferencias

T. ARTILES

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 8 de marzo 2023, 00:00

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Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad, defiende la agenda feminista llevada a cabo por el Gobierno canario en esta legislatura y critica que en la presunta red de corrupción del caso Mediador nadie ponga el foco en la explotación de las mujeres prostituidas por parte de los implicados, lo que cree que es un ejemplo de cómo está normalizada.

-La legislatura está a punto de terminar, ¿éste ha sido un Gobierno feminista?

-En estos cuatro años creo que se ha hecho mucho, pero sabemos que esto es una carrera de fondo, y no sé si llegaré a ver la meta, pero se ha hecho un trabajo transversal, porque no todo se ha quedado en el Instituto Canario de Igualdad, sino que se ha trabajado desde varias áreas del Gobierno y se ha tendido un especial puente con sectores de fuera, como los medios de comunicación o el tercer sector. Hay muchos retos que superar, por supuesto, pero creo que se ha hecho un buen trabajo.

-¿Qué situaciones son las que más le duelen desde el ICI?

-Evidentemente lo que más duele son los feminicidios, o las situaciones de extrema vulnerabilidad y discriminación que se han vivido en la pandemia. Duele también ver que la teoría la tenemos muy asimilada pero a la hora de poner manos a la obra en una situación crítica y de emergencia brota esa división sexual del trabajo tan primitiva, y eso se vio en los hogares durante la pandemia. O que cuando hay un feminicidio haya algunos medios de comunicación que a la hora de informar todavía fallan, y eso tiene un impacto en la sociedad, aunque se haya mejorado mucho.

-También se ha visto en muchos feminicidios cómo fallan las instituciones, con víctimas que han denunciado y el sistema no les ha protegido. El último asesinato machista en Canarias es uno de ellos.

-Sí, es verdad. En el caso en concreto que nombra se siguió todo el sistema y protocolo judicial. La víctima se acogió a su derecho de no testificar contra su agresor y ahora se está estudiando cómo llegar a un consenso sobre qué se puede hacer de oficio para proteger a estas mujeres.

- ¿La lucha contra la violencia machista es un problema de recursos públicos?

-Creo que no, que hay suficientes recursos, y lo creo porque cuando se desbordaron por emergencias como la pandemia, y también la erupción, que aumentó la violencia de un día para otro, los recursos se buscaron y se sacaron. Nunca, jamás, una mujer que ha necesitado un recurso alojativo o un profesional a su lado no lo ha tenido. Este año aumentaremos la partida presupuestaria tanto por el Gobierno como por los cabildos, pero creo que es más una cuestión de sensibilización, de educación y hay que seguir pico pala, sabiendo que cada área, cada sector, tiene su responsabilidad, y el Gobierno también, por supuesto.

-El Gobierno presentó un barómetro de igualdad hace poco que coloca a Canarias con 71,9 puntos de 100, ¿es un dato bueno o malo?

-Yo creo que Canarias tiene mucho que enseñar y estamos en la vanguardia de muchas políticas públicas de igualdad, que se han reproducido en otras comunidades y países.

-¿Por qué han puesto el foco este año en su campaña del 8M en las cargas cotidianas que hacen las mujeres?

-Las cargas cotidianas y la carga mental. Todavía queda mucho por hacer, y ya suena a matraquilla o a un mantra, pero es que sigue siendo real. Seguimos teniendo la carga mental de los cuidados. Las cifras están ahí, más del 80% de las personas que cogen excedencias o reducciones de jornada laboral para cuidados somos las mujeres, y eso se traduce en un impacto en nuestra autonomía, nuestra independencia económica, en nuestras vidas.

-Este 8M el feminismo sigue desunido y con más crudeza que en el año anterior. Se ha avanzado en leyes que han conllevado una mayor fractura.

-La verdad es que estamos pasando un momento crítico y triste en el movimiento feminista, pero también es cierto que somos un movimiento complejo y siempre ha habido momentos de discordia y brechas. Siempre ha habido temas polémicos que nos han puesto en momentos difíciles porque somos un movimiento social con pensamiento crítico. Es un momento triste, pero creo que debemos aprender a convivir en la diferencia y el desacuerdo y entender que el enemigo no está dentro, sino fuera. Hay que juntarnos para hacer fuerza, porque eso la derecha y la ultraderecha lo tienen muy claro.

-¿Qué opina de la ley del solo sí es sí?

-Cuando la derecha y la ultraderecha salen preocupadas por los agresores que hay sueltos en la calle, creo que hay detrás un interés político que no es feminista. De la ley creo que viene para traer derechos humanos fundamentales, para protegernos y aportar dignidad a la vida de las mujeres. Estamos cambiando de paradigma al centrarse en el consentimiento y hace una reparación histórica a través de los centros de crisis de 24 horas, donde se dará asistencia a las víctimas de delitos sexuales pero también a aquellas mujeres que a lo largo de su vida hayan tenido algún tipo de agresión sexual y necesiten un acompañamiento psicológico y una reparación.

-La prostitución es otro tema central en el feminismo. En el llamado caso Mediador de presunta corrupción está presente, pero ¿cree que se ha resaltado lo suficiente la explotación sexual de las mujeres?

-Hasta tal punto está interiorizado en este sistema patriarcal la prostitución, la cosificación del cuerpo de las mujeres, que yo no he visto a los medios de comunicación poner el foco, además de en la corrupción, en el hecho de que hombres que ocupan lugares de poder utilicen como premio los cuerpos de las mujeres para prostituirlas. Eso supone agresión sexual y vulneración de derechos. Está tan legitimado, tan naturalizado en los comportamientos, que no he visto focalizar las noticias en la prostitución, en el abuso de los cuerpos de las mujeres previo pago como premio. Esto es otro ejemplo claro de lo que sigue doliendo, no escuchar a nadie alarmado sobre cómo usan a las mujeres y fomentan la prostitución, muchas de ellas seguro víctimas de trata con fines de explotación sexual.

-Entró como activista en este Gobierno de la mano de Podemos. ¿Repetiría la experiencia?

-Si Podemos gana y vuelve a haber un pacto de progreso, que ojalá que sí, no sé qué pasará, pero sí tengo que agradecer la confianza depositada en mí. Salgo como una ciudadana distinta a la que entró y más activistas deberían entrar en la gestión pública.

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