Borrar
Vea la portada de CANARIAS7 de este martes 16 de abril
La huella del cambio climático en el mar en Canarias

La huella del cambio climático en el mar en Canarias

El calentamiento global está provocando impactos en los ecosistemas marinos canarios y de la Macaronesia. La llegada de especies exóticas y las floraciones algales tóxicas ponen en peligro distintos hábitats. El proyecto Mimar urge a crear refugios climáticos y a prohibir la actividad extractiva en el 10% del mar de cada isla.

R.R. / Santa Cruz de Tenerife

Viernes, 10 de julio 2020, 03:06

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El calentamiento del agua del mar ha provocado que en los últimos años se hayan asentado en la franja que va desde Azores hasta Cabo Verde 200 especies exóticas –macroalgas, invertebrados y peces– que han encontrado condiciones óptimas y se han quedado y expandido. La Macaronesia es, además, uno de los lugares con mayor diversidad de algas potencialmente tóxicas. Especies exóticas y floraciones tóxicas unidas a factores relacionados con el cambio climático y con la acción humana están provocando que los hábitas marinos de los archipiélagos macaronésicos estén cambiando a un ritmo trepidante. Pero, además, están ya afectando a la población porque determinadas toxinas están entrando en la cadena trófica y llegando a las mesas.

La radiografía de la situación esta ha hecha y es «alarmante», asegura Rogelio Herrera, coordinador del proyecto trasnacional Mimar, que estudia el efecto a escala macro tanto del ser humano como del cambio climático en los ecosistemas marinos en toda la Macaronesia.

Un claro ejemplo de cómo los cambios en el mar afectan a los canarios es la ciguatera, la intoxicación por pescado afectados por ciguatoxinas, un dinoflagelado tóxico que aflora en aguas templadas. Desde 2008 Canarias tiene un protocolo de procedimiento de productos de primera venta para prevenir la ciguatera que garantiza que si se cumple la normativa no haya intoxicaciones, por eso el cómo se ha afrontado esta intoxicación representa un claro ejemplo de adaptación a una nueva situación provocada por el calentamiento global.

Una intoxicación de ciguatera se produce cuando el pescado (medregales, petos, meros, etcétera –en Madeira también están afectada las lapas, erizos y estrellas–) no pasa el control de seguridad. Cada vez hay «más especies que dan positivo y con menores tallas», advierte Rogelio Herrera.

Además, dinoflagelados tóxicos están afectando a los sebadales, el ecosistemas más importantes de los fondos arenosos de Canarias y uno de los más productivos. Desde el año 2000, los sebadales han desaparecido entre un 50% y un 90% según la zona desde Tenerife a Lanzarote. El aumento de la temperatura del mar favorece la llegada de la cianobacteria Lyngbya que se ha establecido y está mantando a la seba (Cymodocea nodosa) haciendo muy vulnerables a los sebadales. A eso se unen las infraestructuras en la costa, el fondeo o el incremento de emisarios submarinos son responsables en buena medida del retroceso de las praderas de fanerógamas.

Este es un ejemplo muy clarode cómo el calentamiento global está modificando ecosistemas, tanto que pueden incluso desaparecer si no están lo suficientemente robustos, explica Herrera, doctor en Ciencias del Mar y jefe de Servicio de Biodiversidad de la Viceconsejería de Lucha Contra el Cambio Climático.

Ocurre algo similar con las algas fotófilas de los fondos marinos rocosos. En la provincia occidental «apenas queda el 3% de lo que había hace 30 años» y en Gran Canaria es «demoledor» el retroceso, dice Herrera, que asocia este proceso al calentamiento: «Que las aguas estén cálidas en invierno hace que aumente la mortalidad y las praderas estén en regresión». Estas comunidades están ya siendo sustituidas por otras nativas que cambian el paisaje y del propio hábitat deestos fondos.

Que el agua sea más templada también está provocando la regresión de los corales hacia aguas más profundas.

Con la radiografía hecha, Herrera advierte de que «hay que tomar medidas», algo en lo que «no puede haber más retraso».

Lo primero que plantea Mimar es proteger los econsistemas más ricos creando refugios climáticos dentro de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC).

Y algo muy importante, dice Herrera: «Que en un 10% del mar de cada isla no haya actividad extractiva» porque «está demostrado que la sobrepesca es la principal herramienta de alteración y modificación de los ecosistemas».

El Proyecto Mimar, que lidera Canarias, tiene como socios a Azores, Madeira, Mauritania, Senegal y Cabo Verde y a Radio Ecca, para divulgar sobre todo de la ciguatera. En 2020 los socios presentarán los mapas de riesgo floraciones de micoalgas que están haciendo (combinados con ciguatera) y los altas y guías de especies tóxicas.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios