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La pornografía «activa la demanda de sexo y las prácticas violentas»

La pornografía «activa la demanda de sexo y las prácticas violentas»

Expertos en prostitución reunidos en una jornada sobre la trata con fines de explotación sexual avisan de que el fenómeno de las la violaciones en grupo se está «normalizando» entre los jóvenes

Rosa Rodríguez y Santa Cruz de Tenerife

Miércoles, 15 de julio 2020, 11:57

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Los niños de siete y ocho años tienen un acceso casi libre e ilimitado a internet y con esas edades están teniendo el primer contacto con la pornografía. Es algo muy «inocente» porque el niño teclea en el buscador «tetas» o «culo» y lo que recibe de vuelta son «millones de resultados procedentes de páginas de pornografía», relataba este lunes el experto en prostitución y pornografía y profesor de Pedagogía en la Universitat de les Illes Balears (UIB) Lluís Ballester durante su intervención en la Jornada contra la Trata con fines de explotación sexual que se celebró en la capital grancanaria coincidiendo con el día mundial de rechazo a esta práctica. Lo grave, añade, es que «los niños miran ese porno que les ofrece el buscador».

Ballester, que es coautor del estudio Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales que reveló que los menores empiezan cada vez más temprano a consumir porno en internet, sostiene que «hay evidencias de que el uso de pornografía por parte de los adolescentes condiciona sus actitudes sexuales». Pero es más, asegura que «la pornografía lo desencadena todo; es un activador de la demanda de sexo, que se puede comprar como cualquier otra cosa, y de unas prácticas sexuales cada vez más violentas», como las violaciones en grupo.

Y da un dato: históricamente las violaciones en grupo solo se daban «cuando las normas sociales estaban en suspenso», por ejemplo, durante las guerras, pero ahora se han «normalizado» e incluso «vanalizado», asegura. Pero, además, Ballester advierte de que fenómenos como las manadas «están creciendo en todo el mundo», no solo en España.

La llegada del 4G «representó un cambio brutal porque permitió ver vídeos en alta calidad desde pantallas» de móviles o tabletas y eso ha representado un cambio, y no para bien», dice al tiempo de que alerta sobre el 5G, que introduce el llamado punto de vista, es decir, «ver el porno en primera persona, como si lo estuviera practicando».

Hace cinco años, recuerda Ballester, su equipo presentó en Sevilla un estudio en el que ya hablaban del sexo y las violaciones en grupo y les dijeron que se estaban «pasando», pero en cinco años «ya han datos sobre violencia sexual en grupo y se han superado las previsiones», asegura.

Los datos que arroja el estudio que se presentó en la Casa de Colón, en una jornada en la que también participaron la profesora de Sociología de la Universidad de La Laguna Esther Torrado, coautora del único estudio sobre prostitución realizado en Canarias, o las feministas Towanda Rebels, son «claros» y se sustentan, además, en lo que cuentan los jóvenes imputados por violación en grupo –más de 300 en toda España– que copian «el sexo en grupo que ven en la pornografía», dice. «Los jóvenes en grupo apagan su empatía y violan como si estuvieran en una película», resume. Pero es más, ven «lo normal» que las víctimas se quejen y digan que no: «Es lo que tiene que hacer, quejarse», aseguran, relata Ballester, que sostiene que hace falta más educación afectivo sexual, aunque admite que «sigue sin dar respuesta a la curiosidad, inquietudes y deseos de conocer de los adolescentes».

Negocio

«Con una buena educación afectivo-sexual el porno no tendría el efecto que tiene ahora», sostuvo Lluís Ballester durante la Jornada contra la Trata con fines de explotación sexual, organizado por el programa Daniella Oblatas, que se mostró convencido de que «tener un criterio personal formado y una sexualidad satisfactoria evita caer en el consumo de porno».

El consumo de pornografía, dice el experto, lleva a demandar prostitución para practicar el sexo que se ven en las pantallas y el porno y la prostitución, dice, se alimentan de la trata de mujeres para su explotación sexual.

La profesora de la ULL Esther Torrado reiteró que los circuitos de prostitución en Canarias se nutren de la trata internacional de mujeres y avisó de que las mujeres en situación de prostitución «ya no están en la calle» algo que ya es «anecdótico y minoritario», dijo para avisar de que «el dinero, la oferta y la demanda se mueven en otros círculos: está en pisos y clubes y se mueve en internet».

Torrado volvió a demandar de las administraciones una «decisión política» para diseñar un plan con medidas concretas dirigidas a las mujeres que quieran abandonar la prostitución y a disuadir la demanda de prostitución.

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