La Fiscalía retira la petición de prisión permanente para Na Li
El fiscal modificó este viernes sus conclusiones en el caso de Na Li, la mujer china que mató al hijo de su pareja en 2016. En su aportación final, la Fiscalía pasa de pedir prisión permanente revisable a pedir 27 años por asesinato y maltrato habitual.
La Fiscalía, en su informe final, se reserva la posibilidad de emprender acciones contra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por inacción, teniendo en cuenta que el niño estuvo más de 60 días sin ir a clase y los servicios sociales no activaron los protocolos contra el absentismo escolar. El fiscal modifica sus conclusiones en aplicación de la doctrina que estableció el Tribunal Supremo cuando modificó la prisión permanente revisable en un caso reciente juzgado en Tenerife.
En concreto, el Ministerio Fiscal se refirió a la sentencia que anuló por primera vez una condena a la mayor pena prevista en la legislación española: la que había impuesto en marzo de 2018 la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife a un joven condenado por asesinar con ensañamiento al abuelo de su exnovia.
En la primera ocasión en la que revisa una condena de prisión permanente revisable, el Supremo ha sembrado dudas sobre cómo se estaba fundamentando ese castigo (el caso de Tenerife era el segundo que se dictaba en España); en concreto, sobre si esas sentencias aplicaban dos veces la misma circunstancia agravante al procesado.
En el caso del crimen de Tenerife, en el que concurría alevosía y ensañamiento, el Alto Tribunal entendió que la Audiencia Provincial había aplicado dos veces en contra del condenado la condición vulnerable de la víctima (un anciano sin posibilidad de defensa): una para pasar de asesinato a asesinato agravado (castigado de 20 a 25 años) y otra para justificar la prisión permanente.
Ahora, la Fiscalía de Canarias -que defendió en su momento el castigo máximo en el caso de Tenerife-, según reseña la agencia Efe, cree que ese razonamiento también es aplicable al crimen reconocido por Na Li, que ahora se juzga en la Audiencia de Las Palmas de Gran Canaria, donde la víctima era un niño de nueve años.
La acusación particular eleva a un total de 30 años de prisión su petición de condena.
La defensa de la asesina confesa se mostró conforme con la calificación del fiscal, pero pide que se apliquen los atenuantes de arrebato y confesión, y por ello solicita 15 años por asesinato y dos por maltrato.
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